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Hubbard, L. Ronald - Dianética - masoneria activa biblioteca

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virginidad de su madre. El dudador crónico no es un caso fácil, pues no puede creer<br />

sus propios datos. El analizador tiene un juez empotrado que recibe datos, los sopesa<br />

y juzga que son correctos, equivocados o dudosos. El dudador engrámico tiene un<br />

"siete atascado", de manera que debe dudarlo todo, lo que es algo muy distinto de<br />

juzgar. Se le reta a que dude. Debe dudar. Si dudar es divino, entonces el dios<br />

ciertamente es Moloch. Duda sin inspeccionar, inspecciona la evidencia más precisa y<br />

sigue dudando.<br />

El auditor retornará a este paciente a un somático que le arrancará la mitad de la<br />

cabeza, que está confirmado por las cicatrices, por la aberración, y del cual duda<br />

como incidente.<br />

La forma de manejar este caso es tomar sus frases fijas y dárselas en evocación<br />

o fuera de ésta, con técnica repetitiva. Hazle repasarlas una y otra vez, enviando su<br />

banda somática de regreso a ellas. En poco tiempo tendrá lugar una liberación de la<br />

frase. Dale de este modo al paciente todas las frases de duda que haya usado. Después<br />

continúa el caso. El objeto no es hacer de él un crédulo, sino colocarlo en una<br />

situación en la que pueda evaluar su propia información. No discutas con él sobre<br />

<strong>Dianética</strong>; no tiene sentido discutir contra engramas, ya que éstos mismos no tienen<br />

sentido.<br />

En diez o veinte horas de terapia, uno de estos pacientes empezará a encarar la<br />

realidad lo suficiente como para que ya no dude de que el sol brilla, del auditor y de<br />

haber tenido alguna especie de pasado. Sólo es díficil porque requiere de estas horas<br />

extras de trabajo. A propósito, por lo general está muy aberrado.<br />

El "no puedo creerlo" encuentra dificultades en la evaluación, pues le es difícil<br />

dar crédito a cualquier hecho más que a cualquier otro hecho. Esto produce<br />

incapacidad para computar las importancias relativas entre los datos, con el resultado<br />

de que puede estar tan preocupado por el tono de la corbata de su jefe, como por el<br />

matrimonio que está a punto de contraer. Similarmente, el caso de "debes creerlo"<br />

encuentra obstáculos para diferenciar entre las importancias de diversos datos, y<br />

puede aferrarse con igual firmeza a la idea de que el papel se hace de los árboles<br />

como de que van a despedirlo. Ambos casos se "preocupan", lo que quiere decir que<br />

son incapaces de computar bien.<br />

La computación racional depende de la computación personal de las<br />

importancias relativas de diversos datos. La "computación" re<strong>activa</strong> sólo maneja la<br />

ecuación de que objetos o acontecimientos muy diferentes son similares o iguales. Lo<br />

primero es cordura, lo segundo demencia.<br />

El caso de "debes creerlo" presentará un banco reactivo confuso, porque el<br />

banco tiene las diferencias más inconcebibles como claras similitudes. El mandato<br />

engrámico "debes creerlo" puede dictar que una persona, una clase de personas, o<br />

todo el mundo debe ser creído, no importa qué se haya escrito o dicho. Al retornar al<br />

paciente, el auditor encontrará aberraciones importantes mantenidas en su lugar por<br />

un candado que sólo tiene conversación.<br />

Cuando el padre es la fuente real y un aliado del paciente, el auditor descubrirá<br />

que casi todo lo que el padre dijo era aceptado por su hijo literalmente y sin dudarlo.<br />

El padre pudo no haberse dado cuenta de haber establecido esta condición de "debes<br />

creerlo" e incluso haber sido un hombre jocoso, dado a las bromas. Cada broma será<br />

aceptada literalmente, a menos que el padre la haya etiquetado con sumo cuidado<br />

como broma, lo que significaría que no debía aceptarse literalmente. Tenemos a mano<br />

el expediente de un caso en que el padre era el origen de "debes creer": un día el<br />

padre llevó a su hija de tres años de edad a la orilla del mar, y a través de la niebla<br />

señaló el faro. Este daba un aspecto pavoroso en la noche cargada de niebla. "Ese es

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