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Hubbard, L. Ronald - Dianética - masoneria activa biblioteca

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accidente, el carácter de emergencia del suceso puede provocar la dramatización de<br />

los presentes, y si una persona está "inconsciente" debido al accidente, recibe un<br />

engrama.<br />

Con toda seguridad, los padres aberrados contagiarán engramas a sus hijos. El<br />

padre y la madre, al dramatizar sus propios engramas en torno a sus hijos enfermos o<br />

lastimados, se los transmiten con tanta certeza como si esos engramas fueran<br />

bacterias. Esto no significa que el banco reactivo completo de una criatura esté<br />

compuesto únicamente de los engramas de los padres, pues hay muchas influencias<br />

exteriores al hogar que pueden entrar en el niño cuando está "inconsciente". Y no<br />

significa que el niño vaya a reaccionar a los mismos engramas del modo en que<br />

podrían reaccionar el padre o la madre, porque el niño, después de todo, es un<br />

individuo con una personalidad inherente, un poder de elección y un modelo de<br />

experiencia diferente. Pero sí significa que es completamente inevitable que los<br />

padres aberrados aberren a sus hijos de alguna forma.<br />

Los conceptos equivocados y la falta de datos en la cultura de una sociedad se<br />

convierten en engramas porque no toda la conducta en torno a una persona<br />

"inconsciente" es dramatización. Si alguna sociedad creyera que comer pescado<br />

acarreaba la lepra, es bastante seguro que este dato falso llegaría a entrar en engramas<br />

y, tarde o temprano, alguien desarrollaría una enfermedad semejante a la lepra<br />

después de haber comido pescado.<br />

Las sociedades primitivas, al estar sujetas a un gran azote de los elementos,<br />

tienen muchas más ocasiones de ser lastimadas que las sociedades civilizadas.<br />

Además, estas sociedades primitivas están rebosantes de datos falsos. Además, su<br />

práctica de la medicina y de la curación mental está, por sí misma, en un nivel muy<br />

aberrativo. El número de engramas en un zulú sería sorprendente. Si se le sacara de su<br />

área reestimulante y se le enseñara inglés, escaparía al castigo de muchos de sus datos<br />

reactivos; pero en su hábitat nativo, el zulú está fuera de los barrotes de un<br />

manicomio sólo porque su tribu no tiene manicomios. Que los pueblos primitivos<br />

están mucho más aberrados que los civilizados, es una apreciación segura, que está<br />

basada en una experiencia mayor que aquélla de la que generalmente disponen los<br />

que basan sus conclusiones sobre el "hombre moderno" en el estudio de razas<br />

primitivas. Su carácter salvaje y retrógrado, la frecuencia de sus enfermedades, todo<br />

ello proviene de sus modelos reactivos, no de sus personalidades inherentes. Medir a<br />

un grupo de aberrados con otro grupo de aberrados no es probable que arroje muchos<br />

datos. Y el contagio de la aberración, al ser mucho mayor en una tribu primitiva, y la<br />

falsedad de los datos supersticiosos en los engramas de tal tribu, ambos llevan a sacar<br />

una conclusión que, cuando se observa la escena, es corroborada por la realidad.<br />

El contagio de la aberración se estudia fácilmente en el proceso de aclarar a<br />

cualquier aberrado cuyos padres peleen. Mamá, por ejemplo, podía haber estado<br />

relativamente no aberrada al principio del matrimonio. Si es golpeada por su esposo,<br />

quien después de todo está dramatizando, empezará a adquirir las aberraciones de él<br />

como parte de su propio modelo reactivo. Esto es especialmente evidente cuando uno<br />

está aclarando a una persona que fue concebida poco después del matrimonio de sus<br />

padres, o antes de éste. Papá puede empezar con cierta dramatización que incluye<br />

golpear a su esposa. Cualquier cosa que diga durante tal dramatización, tarde o<br />

temprano empezará a afectar a la esposa y ella -a menos que esté extraordinariamente<br />

equilibrada- puede comenzar a dramatizar estas cosas por su cuenta. Finalmente,<br />

cuando la criatura haya nacido, mamá empezará a dramatizar en su hijo, poniéndole<br />

así en un estado continuo de reestimulación.<br />

El nacimiento es uno de los engramas más notables en lo que respecta al

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