Hubbard, L. Ronald - Dianética - masoneria activa biblioteca
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general de la "demonología".<br />
Unos pocos experimentos con individuos drogados demostraron que era posible<br />
instalar estos "demonios" a voluntad. Era posible, incluso, hacer ver que la mente<br />
analítica completa parezca un "demonio". Por tanto, algo fallaba en la demonología.<br />
Sin un ritual preciso, mediante la simple palabra que sale de la boca, uno podía hacer<br />
que aparecieran nuevos "demonios" en las personas. Así que no hay demonios reales<br />
en <strong>Dianética</strong> (eso está subrayado, no sea que algún místico vaya por ahí diciendo a la<br />
gente que una nueva ciencia de la mente cree en los demonios).<br />
Un demonio dianético es un circuito parásito. Tiene lana acción en la mente que<br />
hace dar la impresión de otra entidad diferente de uno mismo; y procede<br />
completamente de palabras contenidas en engramas.<br />
Cómo llega allí este demonio no es muy difícil de comprender, una vez que has<br />
inspeccionado uno de cerca. Papá, mientras el bebé está inconsciente, grita a mamá<br />
que tiene que escucharle a él y a nadie más, ¡por Dios! El bebé recibe un engrama. En<br />
algún momento, entre la infancia y la muerte, éste se <strong>activa</strong>; y ahí está el circuito<br />
demonio en funcionamiento.<br />
Un ingeniero electrónico puede instalar demonios en un circuito de radio hasta<br />
hartarse. En términos humanos, es como si uno tendiera un cable desde los bancos<br />
estándares hacia el analizador, pero, antes de llegar ahí, pusiera un altavoz y un<br />
micrófono, y luego continuara con el cable hasta el plano de la consciencia. Entre el<br />
altavoz y el micrófono habría una sección del analizador que era una sección normal<br />
de trabajo, pero separada del resto del analizador. El "yo", en un plano consciente,<br />
quiere datos. Estos deberían llegar directamente desde el banco estándar, computarse<br />
en un nivel inferior, y llegar simplemente como datos, no datos hablados, sino<br />
simplemente datos.<br />
Con la porción del analizador compartimentada, la instalación de altavozmicrófono<br />
y el engrama que contiene las palabras de antes, "tienes que escucharme, ¡<br />
por Dios!", en reestimulación crónica, sucede otra cosa. El "yo", en las unidades de<br />
atención de un nivel superior, quiere datos. Comienza a explorar los bancos<br />
estándares con un nivel inferior. Los datos llegan a él hablados, como una voz en el<br />
interior de su cabeza.<br />
¡Un claro no tiene "voces mentales"! No piensa vocalmente. Piensa sin<br />
articulación de términos, y sus pensamientos no son en términos vocales. Esto será<br />
una sorpresa para muchos. El demonio de "escúchame" es muy frecuente en la<br />
sociedad, lo que significa que este engrama circula ampliamente. "Quédate ahí y<br />
escúchame" fija el engrama en tiempo presente (y fija al individuo en la época del<br />
engrama, en cierta medida). Después de que el engrama se <strong>activa</strong>, y a partir de<br />
entonces, el individuo piensa en "voz alta", es decir, convierte sus pensamientos en<br />
lenguaje. Esto es muy lento. La mente piensa soluciones (en un claro) a tal velocidad<br />
que el torrente verbal de la consciencia se quedaría en el punto de partida.<br />
Demostrar esto fue muy fácil. En cada caso en que se ha hecho un claro, sin<br />
excepción, se descubrió uno u otro de estos demonios. Algunos casos tenían tres o<br />
cuatro. Algunos tenían diez. Algunos tenían uno. Es una suposición segura que casi<br />
todo aberrado contiene un circuito demonio.<br />
El tipo de engrama que crea un demonio criticón es: "siempre me estás<br />
criticando". Hay docenas de tales afirmaciones contenidas en engramas, cada una de<br />
las cuales creará un demonio criticón, al igual que cualquier combinación de palabras<br />
que dan como resultado una exigencia de escuchar y obedecer órdenes, crearán un<br />
demonio mandón.