Hubbard, L. Ronald - Dianética - masoneria activa biblioteca
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para asegurarse de que la supervivencia se logra bajo el mandato ¡Sobrevives, parece<br />
haberse dispuesto que la reducción desde un potencial alto proporcionará dolor.<br />
Se dispone del dolor para ahuyentar al individuo de la muerte; se dispone del<br />
placer para atraer al individuo hacia la vida óptima. La búsqueda y obtención del<br />
placer no es menos válida en la supervivencia que la prevención del dolor. De hecho,<br />
según algunas evidencias, el placer parece tener un valor mucho mayor en el esquema<br />
cósmico que el dolor.<br />
Y ahora estaría bien definir qué se entiende por placer, aparte de su conexión<br />
con la inmortalidad. El diccionario establece que placer es "gratificación; emociones<br />
agradables, mentales o físicas; goce transitorio; opuesto a dolor". El placer se puede<br />
encontrar en tantas cosas y actividades, que sólo un catálogo de todas las cosas y<br />
actividades que el hombre tiene, hace y puede considerar placenteras, podría abarcar<br />
la definición.<br />
¿Y qué entendemos por dolor? El diccionario establece: "sufrimiento mental o<br />
físico; castigo".<br />
Estas dos definiciones, dicho sea de paso, demuestran un tipo de pensamiento<br />
intuitivo que impregna el lenguaje. Una vez que uno tiene algo que lleva a la<br />
resolución de problemas hasta ahora no solucionados, se encuentra con que incluso<br />
los diccionarios "lo han sabido siempre".<br />
Si quisiéramos hacer este gráfico para un ciclo de forma de vida, sería idéntico<br />
salvo que el valor de los años se aumentaría para medir eones, porque no hay<br />
diferencias, al parecer, excepto en magnitud, entre la longevidad del individuo y la<br />
longevidad de la especie. Esta deducción podría hacerse incluso sin una evidencia tan<br />
notable como el hecho de que un ser humano, creciendo desde cigoto hasta adulto,<br />
evoluciona a través de todas las formas, a través de las que se supone que toda la<br />
especie ha evolucionado.<br />
Ahora bien, hay más en este gráfico de lo que se ha observado hasta ahora. El<br />
estado mental y físico del individuo varía de hora en hora, de día en día, de año en<br />
año. Por lo tanto, el nivel de supervivencia formaría tanto una curva diaria como la<br />
curva de una vida, según una medida de la posición horaria o anual en las zonas. Y<br />
mediante esto habría la posibilidad de establecer dos curvas: la curva física y la curva<br />
mental. A medida que avancemos hacia el final del libro encontraremos que las'<br />
relaciones entre estas dos curvas son vitales y se verá también que, ordinariamente,<br />
una depresión en la curva mental precederá a una depresión en la curva física.<br />
Las zonas, pues, pueden corresponder a dos cosas: al ser físico y al ser mental.<br />
De este modo, estas cuatro zonas se pueden llamar zonas de los estados del ser. Si una<br />
persona es mentalmente feliz, el nivel de supervivencia se puede situar en la zona 4.<br />
Si la persona está físicamente muy enferma, podría localizarse, según su enfermedad,<br />
en la zona 1 o cerca de la muerte.<br />
Se han asignado a estas zonas nombres muy imprecisos pero, no obstante,<br />
descriptivos. La zona 3 es de felicidad y bienestar general. La zona 2 es un nivel de<br />
existencia tolerable. La zona 1 es de ira. La zona 0 es la zona de apatía. Estas zonas se<br />
pueden usar como una escala tonal mediante la cual se puede clasificar un estado<br />
anímico. Justo por encima de la muerte, que es 0, estaría la apatía mental más baja o<br />
el más bajo nivel de vida física, 0,1. Un tono 1, en el que el cuerpo está luchando<br />
contra el dolor físico o enfermedad o donde el ser está luchando con ira, se puede<br />
clasificar desde 1,0, que sería resentimiento u hostilidad, pasando por el tono 1,5 que<br />
sería rabia estridente, hasta 1,9 que sería meramente una inclinación pendenciera.