Hubbard, L. Ronald - Dianética - masoneria activa biblioteca
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castigado y ahora te voy a castigar yo!" (Empieza el somático del coito, muy violento,<br />
lastimando más a la criatura.) "Tienes algo terrible en tu pasado. ¡Crees que tienes<br />
que ser despectiva conmigo! ¡Tratas de hacerme sentir como si no fuera nada! ¡Tú sí<br />
que no eres nada! ¡Toma, toma!" (Serie de groserías sexuales proferidas durante unos<br />
cinco minutos.)<br />
El paciente relató esto tres veces y se borró. ¡Era el básico-básico! Tres días<br />
después de la concepción, en la medida en que se pudo juzgar por los días siguientes<br />
hasta el primer retraso del período. Trajo a la vista casi todos los demás datos<br />
importantes del caso, que después de eso se resolvió y se aclaró.<br />
La palabra suelta podía haber llevado al paciente a otros de los "oír" del caso.<br />
Entonces hubiera sido necesario buscarla en el momento más antiguo, o el resto del<br />
engrama podría no borrarse o reducirse.<br />
La palabra "oír" pudo haber colocado al paciente en un lugar posterior en la<br />
línea temporal, en cuyo caso hubiese sido necesario rastrear los engramas hacia una<br />
época más antigua, hasta encontrar uno que pudiera borrarse, reduciendo cada uno<br />
según se fuera encontrando hasta alcanzar el más antiguo, en cuyo momento se<br />
borrarían todos.<br />
Al emplear la repetición de la palabra suelta igual que en la repetición de frases,<br />
el auditor no debe permitir una repetición rápida y sin sentido, sino de manera lenta,<br />
pidiendo a la banda somática que retorne y al paciente que haga contacto con<br />
cualquier cosa que pueda asociarse con la palabra.<br />
Precaución: si el paciente no se mueve en la línea temporal, no le des palabras<br />
ni frases repetitivas al azar, porque éstas amontonarán engramas en el sitio en que está<br />
atorado el paciente. Esfuérzate sólo para que el paciente se mueva por la línea<br />
temporal, descubriendo y reduciendo la frase que le retiene.<br />
Precaución: el básico-básico no siempre contiene palabras; con frecuencia es<br />
sólo dolor acompañado de los sonidos de la matriz. Sin embargo, mantendrá todo en<br />
su sitio por las percepciones que contiene.<br />
Clases especiales de mandatos<br />
Hay varias clases de mandatos. Los esbozamos aquí para referencia rápida, cada<br />
uno con algunos ejemplos.<br />
Los mandatos aberrativos pueden contener cualquier cosa. El auditor no se ocupa<br />
mucho de ellos. Recordemos a nuestro joven que se quitaba y ponía la chaqueta en el<br />
libro segundo, y encontraremos allí, a modo de órdenes hipnóticas, algunas ideas de<br />
lo que son los mandatos aberrativos. "Soy un pájaro jub-jub", "no puedo silbar Dixie",<br />
"todo el mundo está en mi contra", "detesto a los policías", "soy la persona más fea<br />
del mundo", "tú no tienes pies", "el Señor me va a castigar", "siempre<br />
tengo que jugar con mi cosa", pueden ser frases muy interesantes para el paciente e<br />
incluso divertidas para el auditor, y pueden haber causado una considerable cantidad<br />
de problemas en la vida del paciente. En cuanto a la terapia dianética, surgen a su<br />
debido tiempo. Buscar una aberración específica o un somático determinado, a veces<br />
puede ser de interés y en ocasiones de alguna utilidad, pero generalmente no es<br />
importante. Estos mandatos aberrativos pueden contener datos suficientes para hacer<br />
del paciente un furioso fanático, un paranoico o un bacalao, pero no significan nada<br />
para el auditor. Se presentan a su debido momento. Trabajar en ellos o en torno a<br />
ellos es de importancia secundaria y menor.