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Hubbard, L. Ronald - Dianética - masoneria activa biblioteca

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más cerca que llegó de ello fueron la persona y ropas del hipnotizador. Estos eran<br />

reestimuladores asociativos.)<br />

Un reestimulador de un engrama contrasupervivencia podría ser una luz<br />

eléctrica: el aberrado mira la sombra, el interruptor, la habitación o la persona que<br />

está bajo la luz como la fuente de la molestia, y no sólo no sabe que hay presente un<br />

reestimulador, sino que supone que los objetos asociados tienen algún mal en sí<br />

mismos.<br />

El reestimulador asociativo de un engrama contrasupervivencia no necesita otro<br />

nombre que el de reestimulador asociativo. El dolor es la cosa, los dolores asociados<br />

de alguna forma con la cosa son la cosa, son otras cosas, etc., es la ecuación re<strong>activa</strong><br />

que llena de temores y de angustia el mundo del aberrado. Deja a un niño en una<br />

habitación o lugar en donde haya sido desdichado, y puede que se ponga enfermo,<br />

pues se enfrenta a algún reestimulador, y, como mucho, él puede explicar, como el<br />

adulto, sus temores en términos de cosas que no están conectadas racionalmente con<br />

el reestimulador. Este es el mecanismo de la reestimulación engrámica.<br />

Es de lo más incómodo para cualquier aberrado, por mucho que lo intente, no<br />

poder decir porqué no le gusta una persona, objeto o lugar, y no poder conectar<br />

ninguno de los tres con el ítem real que es el reestimulador, y no saber que tiene un<br />

engrama respecto a eso. Este método de detectar engramas no lleva rápidamente a<br />

ninguna parte, pues uno no puede seleccionar objetos, personas o lugares y saber que<br />

son reestimuladores. Puede que sólo sean reestimuladores asociativos del<br />

reestimulador real en el entorno. (Palabras contenidas en engramas, dicho sea de paso,<br />

y cualquier otro reestimulador preciso pueden "pulsar el botón" y hacer que el<br />

aberrado entre en acción o en apatía si se usan en él. En palabras, tiene que ser la<br />

palabra exacta; por ejemplo, pintado no servirá si pintor está en el engrama. Lo que<br />

está pintado, sin embargo, puede ser un reestimulador asociativo y el aberrado puede<br />

decir que no le gusta. Que no le guste no significa que "pulsará sus botones" y que le<br />

hará toser o suspirar o enojarse o enfermarse o lo que sea que el engrama que contiene<br />

la palabra dicte que deba hacer.)<br />

El signo es una clase de reestimulador muy especial. Aunque el auditor puede<br />

que no encuentre mucha utilidad en el reestimulador asociativo en lo que atañe a los<br />

engramas de contrasupervivencia, puede emplear el signo como medio de detección<br />

para localizar aliados.<br />

El signo es cualquier objeto, práctica, costumbre que uno o más aliados utilizan.<br />

Mediante pensamiento de identidad, el aliado es supervivencia; cualquier cosa que el<br />

aliado usara o hiciera es, por lo tanto, supervivencia. La valencia del aliado es la más<br />

frecuentemente utilizada por el aberrado. Mientras que el claro puede desplazarse a<br />

valencias que él mismo imagina o contempla a voluntad y conveniencia, puede salir<br />

de ellas a voluntad y puede estabilizar la suya propia a voluntad, el aberrado se<br />

desliza a valencias sin su conocimiento o consentimiento, y lo más probable es que<br />

esté en cualquier valencia menos en la suya. La persona que parece ser una persona<br />

distinta cada vez que se la encuentra, o una persona distinta para cada persona que se<br />

encuentra, con valencias especiales manifestándose aquí y allá, está desplazándose a<br />

diversas valencias ganadoras; si se la interfiere en sus desplazamientos, entra en<br />

valencias secundarias. Si se la fuerza a entrar en su propia valencia, se pone enferma.<br />

Se entiende, por supuesto, que todas las valencias manifiestan algo de la propia<br />

persona.<br />

Desplazarse a valencias aliadas es la práctica fundamental del aberrado. Como<br />

más cómodo se sentirá es cuando su propia valencia esté contaminada en cierta<br />

medida con alguna valencia aliada. Mientras que el aliado o el pseudoaliado no estén

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