Requena Sáez, María del Corpus_5.pdf - RUA - Universidad de ...
Requena Sáez, María del Corpus_5.pdf - RUA - Universidad de ...
Requena Sáez, María del Corpus_5.pdf - RUA - Universidad de ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
unamuniana y las fuentes <strong>de</strong> inspiración temática, que el propio Miguel <strong>de</strong> Unamuno le indicó.<br />
Su novela -dice- imita a Tolstoy en La guerra y la paz al pintar los cuadros militares, el<br />
ambiente rural, la preocupación <strong>de</strong> altos problemas y ese subjetivismo especial que<br />
caracterizan las novelas tolstoianas. También apreció la influencia <strong>de</strong> David Grieve, <strong>de</strong> Mrs.<br />
Ward, en lo que atañe a las creencias religiosas. Recuerda El sitio <strong>de</strong> París, <strong>de</strong> Sarcey, a la<br />
hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribirnos el Bilbao situado por los carlistas” (1988, p. 93). Afirma Laureano<br />
Robles que: “[...] no se me ha permitido ver y menos editar la correspon<strong>de</strong>ncia entre ambos<br />
[...] No sé cuáles fueron las relaciones que posteriormente tuvieron Miguel <strong>de</strong> Unamuno y<br />
Altamira, pero me temo, dada la diversidad <strong>de</strong> caracteres tan opuestos, que no <strong>de</strong>bieron ser<br />
muy profundas” (Robles 1988, p. 93). Lo cierto es que en la carta que escribe Miguel <strong>de</strong><br />
Unamuno a Rafael Altamira el 21 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1897 se distingue la confianza <strong>de</strong> Miguel <strong>de</strong><br />
Unamuno con Rafael Altamira en quien <strong>de</strong>scarga sus íntimas inquietu<strong>de</strong>s (reproducida en<br />
Robles 1988, doc. nº 27, p. 118-120, y, en VV. AA. 1987, p. 54).<br />
42 “ [...]sería raro que la historia <strong>de</strong> la novela española, durante diez y seis años, no registrara<br />
algún escándalo, <strong>de</strong> los que tan fácilmente se originan como se <strong>de</strong>shacen en nuestro público.<br />
Lo hubo, pues, y fue su origen la novela Pequeñeces... <strong><strong>de</strong>l</strong> P. Coloma. Como siempre ocurre,<br />
el ruido fue mayor que las nueces” (Altamira [1902] 1905, p. 153). Su opinión sobre esta<br />
novela publicada en 1890 no fue precisamente buena: “Como obra <strong>de</strong> arte, no merece la<br />
novela en cuestión el éxito que hubo <strong>de</strong> alcanzar, aunque no es peor que otras muy aplaudidas<br />
y aun premiadas por la Aca<strong>de</strong>mia Española; y seguramente, si Pequeñeces... no contuviera<br />
ciertas cru<strong>de</strong>zas referente a la aristocracia española y no la hubiese escrito un jesuita, muy<br />
pocos hubieran reparado en ella; buena <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> ello es La Espuma, <strong>de</strong> Palacio<br />
Valdés, superior, en más <strong>de</strong> un respecto, a Pequeñeces...” (ibid., p. 154).<br />
351