Requena Sáez, María del Corpus_5.pdf - RUA - Universidad de ...
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ten<strong>de</strong>ncia, causa alegría observar aquí y allá, en los libros <strong>de</strong> los maestros,<br />
observaciones que revelan el amor <strong>de</strong>sinteresado a la Naturaleza, la consi<strong>de</strong>ración<br />
substantiva <strong><strong>de</strong>l</strong> campo, <strong><strong>de</strong>l</strong> mar; y la novedad sube en importancia, cuando <strong>de</strong> hecho y<br />
francamente se muestra la Naturaleza elemento <strong>de</strong> igual valor, para la inspiración <strong>de</strong><br />
algunos que los hechos humanos. [...] En las novelas <strong>de</strong> Maupassant, en las <strong>de</strong> Loti,<br />
en las <strong>de</strong> alguno más, francés o belga, y en libros como Sur l’eau <strong><strong>de</strong>l</strong> primero, se<br />
encuentran observaciones acerca <strong>de</strong> los objetos naturales y sensaciones <strong><strong>de</strong>l</strong> campo y<br />
<strong><strong>de</strong>l</strong> mar, verda<strong>de</strong>ramente raras y valiosas en un literato, que es, ante todo, hoy, un<br />
hombre ciudadano y burgués. Por eso me atrevo a <strong>de</strong>cir, apesar <strong>de</strong> la reserva<br />
anterior, que la Naturaleza es un elemento traído a la literatura por la corriente<br />
mo<strong>de</strong>rna: porque, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> aquellos ejemplos, el mero hecho <strong>de</strong> jugar tanto su i<strong>de</strong>a<br />
en las discusiones, ¿no provoca, como refleja, la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> que bien pue<strong>de</strong><br />
tener la Naturaleza otra importancia que la <strong>de</strong> mero factor en las acciones humanas?<br />
(1893, pp. 24-25).<br />
En las mejores novelas no existe el <strong>de</strong>terminismo <strong>de</strong> una manera clara, tal y como<br />
enunciaban los naturalistas franceses; la influencia <strong><strong>de</strong>l</strong> catolicismo en el pensamiento español<br />
es causa importante <strong>de</strong> esta ausencia. El <strong>de</strong>terminismo ambiental que suponen aquellas<br />
coor<strong>de</strong>nadas pesa sobre los personajes <strong>de</strong> un mismo ámbito, <strong>de</strong> modo que el protagonista ya<br />
no será el héroe clásico, sino un personaje cualquiera, típico, esto es, representativo <strong>de</strong> los<br />
suyos. Por las mismas razones, una vida secundaria <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una novela pue<strong>de</strong> resultar tema<br />
central en otra, como hiciera Balzac en la red <strong>de</strong> su Comedia humana y, entre los nuestros,<br />
Benito Pérez Galdós. Es <strong>de</strong> señalar que los casos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminismo hereditario son<br />
escasísimos, los personajes <strong>de</strong> las novelas españolas no son casos patológicos, como suele<br />
suce<strong>de</strong>r en las francesas, porque relativizan el <strong>de</strong>terminismo <strong>de</strong> la herencia, lo que dio lugar a<br />
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