Requena Sáez, María del Corpus_5.pdf - RUA - Universidad de ...
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humil<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> los jóvenes; es poner sobre todos los intereses el supremo interés <strong>de</strong> la belleza y<br />
<strong><strong>de</strong>l</strong> arte, olvidando lo <strong>de</strong>más <strong><strong>de</strong>l</strong> mundo como el buen sacerdote olvida, cuando dice misa, todo<br />
lo que no sea <strong>de</strong> Dios y para Dios; es ser bueno, indulgente, franco, absolutamente franco, lo<br />
mismo cuando la franqueza acusa <strong>de</strong>fectos <strong>de</strong> quienes, por estar altos, pue<strong>de</strong>n creer que son<br />
impecables e indiscutibles, que cuando <strong>de</strong>scubre méritos nuevos, que también saben mal, a<br />
veces, a los que convierten el arte en coto cerrado; es participar un mucho <strong>de</strong> la enfermedad <strong>de</strong><br />
Marcial, el <strong>de</strong> La Pasionaria, que se traduce luego en la facultad <strong>de</strong> indignarse por las<br />
tropelías... críticas que otros cometen; es tener sangre y vergüenza, como dice el vulgo, en las<br />
relaciones a que obliga la literatura; es, en fin, no olvidar, en medio <strong>de</strong> la franqueza, ni la<br />
cortesía, ni aquel calor <strong>de</strong> humanidad que sólo los buenos saben poner, incluso en sus más<br />
severas justicias” (ibid., pp. 252-253).<br />
El crítico es también guía porque: “No olvi<strong>de</strong> usted que, a <strong>de</strong>specho <strong>de</strong> todas las<br />
<strong>de</strong>mocracias, son muy pocos los hombres que piensan por sí, que tienen personalidad para el<br />
juicio, o cuando menos para <strong>de</strong>clararlo y hacer que pese; y que, por tanto, la inmensa mayoría,<br />
si usted llega a gozar <strong>de</strong> fama y respeto, se guiará por usted y a usted se someterá, en las más<br />
<strong>de</strong> las cosas su opinión” (ibid., pp. 254-255).<br />
En 1949, Rafael Altamira publicó en su exilio mexicano Tierras y hombres <strong>de</strong><br />
Asturias que incluye el artículo: “La Fe, novela <strong>de</strong> A. Palacio Valdés”. En él ofrece unas<br />
interesantes indicaciones sobre lo que consi<strong>de</strong>ra, en esa fecha, que es el crítico literario:<br />
[...] no es más que un lector, cuya diferencia con los otros consiste en poseer cultura<br />
especial literaria que le capacita para formar una cierta opinión <strong>de</strong> carácter técnico.<br />
Pero como la cultura especial -aparte <strong>de</strong> que tiene sus grados- no basta; como a<strong>de</strong>más,<br />
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