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Requena Sáez, María del Corpus_5.pdf - RUA - Universidad de ...

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falto <strong>de</strong> guías, incapaz <strong>de</strong> luchar, cree inútil cualquier tentativa para escapar <strong><strong>de</strong>l</strong> abismo y, a<br />

menudo, se sustrae a la vida, como Fe<strong>de</strong>rico Viera o Jorge Lauzerte, el <strong>de</strong> L’Effort, <strong>de</strong> Henry<br />

Bérenger; son fríos, cobar<strong>de</strong>s, cortesanos <strong><strong>de</strong>l</strong> éxito, que ni se rebelan y ni siquiera dudan,<br />

débiles, impotentes, aunque atormentados <strong>de</strong> nuevo por la sed <strong><strong>de</strong>l</strong> i<strong>de</strong>al; los héroes <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

Naturalismo son explotadores más que amantes <strong>de</strong> la mujer (ap., ibid., p. 229). A<strong>de</strong>más, lo<br />

grave es que:<br />

Parte <strong>de</strong> la juventud sigue fría y calculadamente el camino <strong>de</strong> Dagenais y <strong>de</strong><br />

Rastignac; otra, cae en la inacción <strong>de</strong> Demetrio Rudin. Demetrio Rudin personifica,<br />

en efecto, un nuevo estado <strong><strong>de</strong>l</strong> alma que aún sufren hoy las juventu<strong>de</strong>s europeas, y que<br />

en 1855 conocían ya los rusos. Rudin no es perezoso con la pereza semifatal <strong>de</strong> una<br />

raza, como Oblomoff, no es inactivo tampoco por motivos dogmáticos, por lecturas <strong>de</strong><br />

Schopenhauer y Hartmann mal digeridas; lo es por la peor <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s<br />

morales, por la <strong>de</strong>sconfianza en las propias fuerzas, por la conciencia firmísima <strong>de</strong><br />

una impotencia personal que cree sufrir. Con ella marchita todos sus buenos<br />

instintos, todas sus preciosas faculta<strong>de</strong>s. Ve el i<strong>de</strong>al, lo ama, lo acaricia a tientas,<br />

pero se figura no po<strong>de</strong>r alcanzarlo, y el <strong>de</strong>saliento le hace caer al bor<strong>de</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> camino.<br />

Conoce los vicios <strong>de</strong> la educación, pero no fía en remediarlos. [...] El resultado último<br />

<strong>de</strong> todo esto es una enfermedad <strong>de</strong> la voluntad: el <strong>de</strong>sfallecimiento <strong><strong>de</strong>l</strong> ánimo. La<br />

juventud ha olvidado que, según Fausto, ‘en el principio era la acción’; y si lo sabe,<br />

no pue<strong>de</strong> o no cree po<strong>de</strong>r producir acción ninguna eficaz, ni para sí, ni para los otros.<br />

[...] Creyéndose impotente para lograr su felicidad personal, menos pue<strong>de</strong> pensar en<br />

ser levadura <strong>de</strong> progreso para la patria [...] ni siquiera intenta agruparse para dar el<br />

impulso <strong>de</strong> regeneración. [...] Le hace falta, ante todo, recobrar la confianza en sí<br />

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