2010_CEOCB_monografia Celaya.pdf - Inicio
2010_CEOCB_monografia Celaya.pdf - Inicio
2010_CEOCB_monografia Celaya.pdf - Inicio
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Es color y es montaña en la pupila<br />
cuando nieve, cuando arda o cuando llueva<br />
la nube en que el relámpago se asila.<br />
6<br />
Las ciudades, los tonos, la querencia<br />
acodada al alfeizar del olvido,<br />
son la llama de todo lo perdido<br />
pero hallado en tu insólita existencia.<br />
Juntaste los engranes de la ciencia<br />
al volumen traslúcido del ruido,<br />
sembraste un Don Quijote no leído<br />
ya por estas naciones de violencia.<br />
Tuviste la grandeza de ser lumbre<br />
y venderle tus fuegos a la piedra<br />
ciega, muda y tenaz de la costumbre.<br />
Ninguna mano destruyó la hiedra,<br />
ninguna llaga se pudrió en la cumbre<br />
de tu salud que a nada se le arredra.<br />
7<br />
Ay, Ocampo, don Ángel lo sabía,<br />
que te ibas a meter en una grieta,<br />
donde pulsa su cólera el profeta<br />
pero sabe a color la fantasía.<br />
Ay, Ocampo, don Ángel lo entendía,<br />
que te ibas a volar hacia esa meta:<br />
ave y polvo de cauda de cometa,<br />
pero cuida al pintor la angelería.<br />
Ay, Ocampo de todos los Octavios,<br />
artista matinal de eternidades<br />
con una llamarada entre los labios.<br />
Vas llenando contigo las ciudades,<br />
vacío de liviandad, ocio y agravios,<br />
como llenan los años las edades.<br />
El Arte de llamarse Octavio Ocampo<br />
171