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libro-psicologia-educativa

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208 CAPÍTULO 6MyEducationLabVaya a la sección de Actividadesy aplicaciones en elcapítulo 6 de MyEducationLab y realicela actividad 2. Conforme lea elartículo y responda las preguntas,piense en situaciones en las que elogiara los alumnos no sería una buenaidea.LA REGLA DE LA ABUELA “Primero, haz lo que yo quieroque hagas y luego podrás hacer lo que deseas”. Según elprincipio de Premack, al hacer que las actividades preferidasdependan del aprendizaje y de las conductas positivas, losprofesores pueden lograr un gran incremento en ambos.Principio de Premack Principioque establece que una actividadpreferida serviría como reforzador deuna actividad menos predilecta.Reforzamiento con la atención del profesor. Muchos psicólogos aconsejan a los profesores“hacer énfasis en lo positivo”, es decir, elogiar a los alumnos por su buena conducta y, al mismo tiempo,ignorar los errores y el mal comportamiento. De hecho, algunos investigadores consideran que “la aplicaciónsistemática del elogio y la atención podría ser la herramienta motivacional y de manejo del aulamás poderosa con que cuentan los profesores” (Alber y Heward, 1997, p. 227; Alber y Heward, 2000).Una estrategia relacionada es el reforzamiento diferencial o ignorar las conductas inapropiadas, mientrasnos aseguramos de reforzar el comportamiento adecuado tan pronto como ocurra. Por ejemplo, si unalumno es proclive a hacer comentarios irrelevantes (“¿cuándo es el juego de este viernes?”), usted deberíaignorar el comentario ajeno a la tarea, pero reconocer las contribuciones que se relacionen conésta, tan pronto como ocurran (Landrum y Kauffman, 2006).Este método de elogiar e ignorar podría resultar de utilidad; sin embargo, no deberíamos esperar queresuelva todos los problemas en el manejo del salón de clases. Varios estudios han demostrado que lasconductas perturbadoras persisten cuando los profesores utilizan consecuencias positivas (principalmenteel elogio) como su única estrategia de manejo del salón de clases (McGoey y DuPaul, 2000;Pfiffner y O’Leary, 1987; Sullivan y O’Leary, 1990). Además, si la atención de otros alumnos está manteniendolas conductas problemáticas, el hecho de que el profesor las ignore no servirá de mucho.Hay otra consideración en el uso del elogio. Los resultados positivos encontrados en investigacionesse presentan cuando los profesores elogian a sus alumnos de manera cuidadosa y sistemática (Landrumy Kauffman, 2006). El simple hecho de “repartir cumplidos” no mejora la conducta. Para ser efectivo,el elogio debe 1. ser contingente a la conducta reforzada, 2. especificar con claridad la conducta que sereforzará y 3. ser creíble (O’Leary y O’Leary, 1977). En otras palabras, el elogio debería consistir en unreconocimiento sincero de una conducta bien definida, para que los alumnos comprendan lo quehicieron para merecer tal reconocimiento. Los profesores que no recibieron capacitación especial amenudo contravienen tales condiciones (Brophy, 1981). Algunas ideas para el uso efectivo del elogio,basadas en la extensa revisión de Brophy sobre el tema y en el trabajo de Alan Kazdin (2008) con padresy profesores, se presentan en la sección Sugerencias.Algunos psicólogos señalan que el uso que hacen los profesores del elogio tiende a enfocar a los estudiantesen el aprendizaje para ganar la aprobación y no en el aprendizaje por el beneficio propio. Talvez el mejor consejo sea estar consciente de los peligros potenciales del uso excesivo o del mal uso delelogio, y actuar de acuerdo con ello.Selección de reforzadores: El principio de Premack. En la mayoría de los salones de clases,además de la atención del profesor, hay muchos reforzadores disponibles, como la oportunidad de hablarcon otros alumnos, trabajar en las computadoras o alimentar a las mascotas del grupo. Sin embargo, losmaestros tienden a ofrecer estas oportunidades al azar. Al igual que sucede con elelogio, al hacer que los privilegios y las recompensas sean directamente contingentesal aprendizaje y a la conducta positiva, el profesor incrementa de manerasignificativa tanto el aprendizaje como la conducta deseada.Una guía útil para elegir los reforzadores más efectivos es el principio dePremack, nombrado así en honor de David Premack (1965). De acuerdo con esteprincipio, una conducta de alta frecuencia (una actividad preferida) podría ser unreforzador efectivo para una conducta de baja frecuencia (una actividad menospreferida). A esto en ocasiones se le conoce como “la regla de la abuela”: primerohaz lo que quiero que hagas, y después puedes hacer lo que tú quieras. Elizabethutilizó este principio en su clase cuando les dijo que podían trabajar juntos en elprograma de noticias sobre la Guerra Civil, después de completar solos y en silenciola primera sección de la hoja de trabajo.Si los alumnos no tuvieran que estudiar, ¿qué harían entonces? Las respuestasa esta interrogante sugerirán muchos reforzadores potenciales. Para la mayoría de losalumnos, hablar, deambular por el salón de clases, sentarse cerca de un amigo,quedar exentos de una tarea o un examen, leer revistas, utilizar la computadora o jugarson las actividades preferidas. Quizá la mejor forma para determinar los reforzadoresadecuados para sus alumnos sea observar lo que hacen en su tiempo libre.Para que el principio de Premack sea efectivo, la conducta de menor frecuencia(la menos preferida) debe ocurrir primero. En el siguiente diálogo, observe cómo el maestro pierdeuna oportunidad idónea para utilizar el principio de Premack:Alumnos: ¡Oh, no! ¿Otra vez tenemos que trabajar en gramática? En otros grupos van hablar sobrela obra de teatro que vimos en el auditorio esta mañana.Profesor: Pero los otros grupos terminaron ayer la lección sobre los enunciados. Nosotros ya casiterminamos. Temo que si no terminamos la lección, olvidarán las reglas que revisamos ayer.

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