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EL COLLAR DE LA REINA

El collar de la Reina, libro segundo sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas. - 1848

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—¿Así que se supuso que era yo? —preguntó fríamente Felipe—. No me extraña, pero<br />

que se reconociese a la reina, me parece increíble.<br />

—¡Pues sí que era difícil de reconocer cuando fue desenmascarada! Eso va más allá de<br />

cualquier fantasía. ¡Qué audacia! Esa mujer debe de estar loca por ti.<br />

Felipe enrojeció. Seguir discutiendo comenzaba a serle insoportable.<br />

—Si eso no es audacia —continuó el viejo De Taverney—, es una casualidad que tiene<br />

que alarmarte. Ten cuidado, hijo mío; hay muchos celosos y envidiosos a los que hay<br />

que temer. Es un puesto muy envidiado el de favorito de una reina cuando la reina es el<br />

verdadero rey.<br />

Y De Taverney aspiró lentamente un poco de rapé.<br />

—Tú me perdonas mi sermoncito, ¿verdad? Perdónamelo, querido, y no sabes cómo te<br />

lo agradezco. Quisiera impedir que un capricho del azar descalzara ese andamiaje que<br />

has levantado tan hábilmente.<br />

Felipe se sentía inundado de sudor y mientras escuchaba mantenía los puños crispados.<br />

Se disponía a marchar para cortar aquel discurso, con la alegría con que se rompen las<br />

vértebras de una serpiente, pero un extraño sentimiento le detenía, un sentimiento de<br />

curiosidad dolorosa, uno de esos incontenibles deseos de saber el mal, ese aguijón que<br />

tortura los corazones llenos de amor.<br />

—Yo te diría que se nos tiene envidia —insistió el anciano—. Es muy sencillo. Sin<br />

embargo, nosotros no hemos alcanzado todavía la cima adonde quieres hacernos subir.<br />

A ti pertenece la gloria de haber elevado el nombre de los De Taverney por encima de<br />

su humilde origen. Sólo te ruego que seas prudente; de lo contrario, el resultado puede<br />

ser un fracaso del que difícilmente te recobrarías.<br />

Felipe se volvió para disimular la angustia que le atormentaba; su íntimo abatimiento<br />

habría desconsolado a su padre si lo hubiese advertido.<br />

—Sin tardar demasiado tiempo podrás alcanzar un gran cargo, y acaso me consigas el<br />

puesto de lugarteniente del rey en algún sitio que no esté muy lejos de París; en tu mano<br />

estará el que un día sean pares de Francia los De Taverney-Maison-Rouge, y tú serás<br />

duque, par, lugarteniente general. Aún viviré dos o más años, y lograrás que me<br />

concedan...<br />

—¡Basta, basta! —pidió Felipe con voz sorda.<br />

—¿Basta? Si tú te das por satisfecho, yo no. Tú tienes toda una vida por delante, y yo<br />

quizá sólo meses. Y quiero que los meses que me quedan me compensen de mi triste<br />

pasado. De mi otra realidad no me quejo. Dios me dio dos hijos. Es mucho para un<br />

hombre sin fortuna, pero si mi hija ha sido inútil para nuestra casa, tú repararás ese<br />

daño. Tú eres el arquitecto del templo. Yo veo en ti el gran De Taverney, el héroe. Me<br />

inspiras el mayor respeto, pues tu conducta en la corte es admirable, la más sagaz que<br />

conozco.<br />

—¿Mi conducta? —preguntó Felipe, irritado al verse elogiado por aquel anciano que<br />

prodigaba la moral de los reptiles.<br />

—La que vienes siguiendo es soberbia. Tú no demuestras celos. Aparentemente, dejas<br />

el campo libre a todo el mundo, pero tienes los pies firmes en el suelo.<br />

—No os comprendo —dijo Felipe, cada vez más indignado.<br />

—Tu enemiga es la modestia. Tu conducta es el calco de la de Potemkin, cuya fortuna<br />

ha asombrado al mundo. Potemkin vio que Catalina amaba la vanidad en sus amores, y<br />

que si se la dejaba libre revolotearía de flor en flor, volviendo siempre a la más<br />

prometedora, a la más bella; que si se la acosaba se le escaparía, y entonces tomó su<br />

partido. Era él quien hacía más agradables a la emperatriz los nuevos favoritos; era él<br />

quien les hacía valer por un lado, reservándose hábilmente su lado vulnerable; él quien<br />

tramaba el hastío de la soberana con caprichos pasajeros, sin caer en el error de aburrirla

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