26.01.2019 Views

EL COLLAR DE LA REINA

El collar de la Reina, libro segundo sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas. - 1848

El collar de la Reina, libro segundo sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas. - 1848

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Permitid, señora, que llame para castigar a mis criados, suficientemente groseros para<br />

no acompañar a una dama de vuestra alcurnia.<br />

Juana tembló. Detuvo la mano del conde.<br />

—Forzosamente— dijo este último— debéis haber caído en manos de ese bribón suizo<br />

que es mi portero y que se embriaga. No os conocería. Habrá abierto la puerta sin decir<br />

nada y sin moverse; tal vez se durmió después de abriros.<br />

—No le riñáis, caballero— articuló Juana, que no sospechaba el lazo que le tendían—,<br />

os lo ruego.<br />

—¿Es él quien os ha abierto?<br />

—Me parece que sí... Pero me prometisteis no reñirle.<br />

—Y cumpliré mi palabra, condesa— dijo sonriendo—. Os ruego que habléis ahora.<br />

Una vez hallada esta salida, Juana, que no se creía objeto de sospecha alguna, podía<br />

mentir acerca del móvil de su visita. No desaprovechó la ocasión.<br />

—Venía a consultaros, conde— dijo muy de prisa—, sobre ciertos rumores que corren.<br />

—¿Qué rumores, condesa?<br />

—Os ruego que no me apuréis— suplicó con melindroso acento—; el paso que doy es<br />

tan delicado...<br />

"¡Busca! ¡Busca!— pensaba Cagliostro—; yo ya he encontrado",<br />

—¿Sois amigo de Su Eminencia el cardenal de Rohan?— interrogó Juana.<br />

"No está mal— se dijo Cagliostro—. Quiere llegar hasta el fin del hilo que tengo, pero<br />

no irá más lejos".<br />

—Estoy, ciertamente, en buena relación Su Eminencia, señora— contestó.<br />

—Venía a pediros me informarais sobre...<br />

—¿Sobre qué?— apremió Cagliostro con un cierto matiz de ironía.<br />

—Ya os he dicho que mi posición es delicada, caballero, y por ello no debéis abusar.<br />

Sabréis que el señor de Rohan me manifiesta algún aprecio y yo quisiera saber hasta qué<br />

punto puedo contar... En fin, caballero, se dice que vos leéis hasta lo más profundo de<br />

los corazones y del espíritu.<br />

—Ilustradme algo más, señora— respondió el conde—, para que yo pueda leer en las<br />

tinieblas de vuestro corazón y vuestra inteligencia.<br />

—Circulan rumores, caballero, de que Su Eminencia tiene amores con muy encumbrada<br />

dama. Hay quien afirma...<br />

"Al llegar a este punto Cagliostro dirigió a Juana una mirada centelleante que la hizo<br />

enmudecer.<br />

—Señora— dijo—, yo leo, efectivamente, en las tinieblas, pero para leer bien, necesito<br />

ser ayudado. Respondedme a las siguientes preguntas: "¿Cómo vinisteis a buscarme<br />

aquí si no vivo en esta casa?"<br />

Juana se estremeció.<br />

—¿En qué forma llegasteis hasta aquí? Porque no hay ni suizo ebrio, ni criados en esta<br />

parte del palacio.<br />

"Y si no era a mí, ¿a quién veníais a buscar?<br />

"No me respondéis, ¿verdad? Voy a hacerlo por vos:<br />

"Entrasteis aquí con una llave que veo en vuestro bolsillo. Ahí está.<br />

"Veníais a buscar a una joven, que, por pura bondad, yo escondía en mi casa".<br />

Juana se estremeció aterrada.<br />

—Y aun cuando... fuese así— respondió en voz baja—, ¿qué crimen habría cometido?<br />

¿No está permitido a una mujer venir a ver a otra? Llamadla y os dirá si nuestra amistad<br />

no es confesable...<br />

—Señora— interrumpió Cagliostro—, me decís eso porque sabéis que no está aquí.<br />

—¿Que no está aquí?— exclamó espantada—. ¿No está aquí Olive?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!