You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Viaje del Dr. K. a un sanatorio de Riva<br />
dido entre la claridad y el oscuro espacio interior, le pareció que allí<br />
se erigía la misma iglesia, construida puerta con puerta con aquella<br />
por la que acababa de salir, una duplicación semejante a aquellas<br />
que ya le eran conocidas por sus sueños, donde todo se hendía más y<br />
más de un modo espantoso.<br />
Al caer la noche, al Dr. K. le empezó a llamar la atención que<br />
cada vez había más personas en la calle, evidentemente no por otro<br />
motivo que no fuera el placer, y que todas ellas iban agarradas del<br />
brazo por parejas, de tres en tres o incluso en grupos de más. Tal vez<br />
fueran los carteles de los spettacoli lirici all' Arena, que desde el mes<br />
de agosto todavía se podían ver por todas las esquinas de la ciudad, y<br />
las mayúsculas, que sus ojos siempre volvían a descifrar como AIDA,<br />
lo que hizo que la demostración de estar libre de preocupaciones y<br />
de formar parte del grupo de los habitantes de Verona se le<br />
apeteciera como una representación teatral expresamente<br />
escenificada para remitirle a su aislamiento y a su condición de ser<br />
anómalo, pensamiento que ya no le abandonaría y del que sólo sería<br />
capaz de salvaguardarse huyendo a un cinematógrafo, probablemente<br />
al Cinema Pathé di San Sebastiano. Días después, en Desenzano,<br />
el Dr. K. apuntó que había estado llorando en la oscuridad de<br />
este cinematógrafo, donde había presenciado la transformación en<br />
imágenes de las partículas de polvo que centelleaban en el cono de<br />
luz. No obstante, la nota de Desenzano no contiene indicación<br />
alguna de lo que el Dr. K. vio en Verona aquel 20 de septiembre; de<br />
si, en efecto, según confirmaban mis pesquisas en la Biblioteca Cívica,<br />
fue el programa de actualidades con la revista de caballería en<br />
presencia de su majestad Vittorío Manuele III y la cinta que no se ha<br />
vuelto a encontrar de La lezione dell'abisso lo que aquel día pusieron<br />
en el Tathé, o acaso, como supuse en un primer momento, fuera la<br />
historia que con cierto éxito se exhibía en 1913 en los cinematógrafos<br />
austriacos del desafortunado estudiante de Praga que se<br />
privó de amor y de vida cuando, el 13 de mayo de 1820, vendió su<br />
alma a un tal señor Scapinelli. Ya sólo las inusuales tomas de ex-<br />
119