You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Vértigo<br />
arriba no soplaban hacia atrás, sino hacia adelante, como en un dibujo<br />
infantil, lo que confería a toda la imagen algo tan erróneo como<br />
conmovedor. Fuera, la luz había menguado, de modo que ahora sólo<br />
una claridad descolorida llenaba el valle de la corriente. Salí afuera,<br />
al pasillo. Los viñedos de colores pizarra y violeta, como dibujados<br />
por una aguja helada, estaban extrañamente cubiertos en algún que<br />
otro punto por redes verde turquesa. Cuando entonces un torbellino<br />
de nieve, que lentamente había hecho su aparición, recubrió esta<br />
perspectiva que sin pausa se iba desplazando a nuestro lado, mas en<br />
lo esencial permanecía invariable, me sentí de pronto como si nos<br />
encontráramos ascendiendo al ártico, como si ya estuviésemos<br />
acercándonos a la punta más extrema de la isla Hokkaido. La reina de<br />
invierno, a quien en mi fuero interno suponía causante de esta<br />
transformación en el paisaje del Rin, también había salido al pasillo y<br />
llevaba ya un buen rato junto a mí contemplando el hermoso<br />
espectáculo, hasta que, con una entonación inglesa en la voz apenas<br />
perceptible, recitó en lo que parecía ser para sí misma:<br />
Praderas blancas borradas por la nieve<br />
Velos más negros que cornejas<br />
Guantes suaves como flores de rosal<br />
Máscaras para proteger el rostro.<br />
De no haber sabido replicarle en aquel momento, de no saber cómo<br />
seguían estos versos invernales, de que yo, pese a toda mi agitación<br />
interna, no hubiera sido capaz de proferir ni una palabra, sino que<br />
sólo estaba ahí, tonto y mudo y mirando el mundo crepuscular casi<br />
pretérito, me he arrepentido y me he sentido afligido a menudo<br />
desde entonces. Al cabo de poco tiempo se dilató el valle del Rin, en<br />
la llanura aparecieron torres de pisos refulgentes, y el tren entró<br />
rodando en Bonn, donde la reina del invierno se apeó sin que me<br />
hubiera dado tiempo a decirle nada. Desde entonces he in-tentado,<br />
varias veces y todas ellas en vano, encontrar por lo menos<br />
198