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Es una realidad que les duele mucho la cabeza,sufren punzadas en los ojos como producidas poralfileres y motivadas por los hálitos vapores delfuego. Éstos se enrojecen y sufren inflamaciones devez en cuando.También el aparato respiratorio se ve gravementeafectado debido a las exhalaciones de humos vaporesácidos de los que el aire se encuentra saturado.Estos trabajadores deberían tomar ciertas precauciones:-En la medida de lo posible, realizar estas tareas enlugares abiertos, al aire libre, contribuyendo conello a la fácil dispersión de los vapores.-Interrupción del trabajo durante algunas horas alobjeto de respirar aire fresco y puro.-Lavarse la cara con agua con cierta regularidad.-Enjuagues de garganta con vinagre diluido.Al objeto de minimizar los efectos dañinos del carbónpropongo un remedio utilizado por casi todosaquellos trabajadores que en invierno se ven obligadosa la utilización de carbón encendido en sustalleres. Éste no es otro que colocar un trozo dehierro entre los carbones con el fin de reducir lavirulencia de las exhalaciones. Cabe la posibilidadde que los vapores dañinos del carbón ejerzan sufuerza contra el hierro o bien que éstos sean absorbidospor el mismo.Comentario:El Renacimiento, y en concreto el italiano, puedeconsiderarse el punto mas alto del arte culinario detoda Europa. Frente a la actividad pantagruélica delmedievo, con su turbulenta superposición de carnesy especies. Los florentinos buscaron principios decordura y buen gusto inusuales hasta entonces. Refinamientoy sensibilidad comenzaron a considerarsecualidades indisolublemente unidas al deleitegastronómico. No solo en la elaboración sino tambiénen todo lo que acompaña a una buena mesa.Se impone el uso del tenedor , la servilleta, las primerasvajillas de porcelana etc…Desde la Toscanase extiende por toda Europa el pálpito de un hedonismodesbordante, y en esta sofisticación culinaria,como no tiene su punto más alto en la repostería.El autor se recrea en el gusto de los venecia-nos por este tipo de postre, e incluso por el modode hacerlo lo más apetitoso posible a los ojos de susconsumidores. Lo justifica esto, puesto que al tratarsedel tramo final de un banquete, y saciados yatodos “los impulsos de la gula” , había que hacerlosatractivos a la vista, para que a su vez lo fueran parael paladar. Describe con todo lujo de detalles lametodología de elaboración de los “confites”, relacionándoloscon la manera de enfermar de quienesparticipan en ella. En su descripción quedan perfectamenteplasmados riesgos como la movilizaciónde cargas y los movimientos de repetición, si bienno merecen especial atención por su parte, probablemente,porque había riesgos más graves y sobretodo más inmediatos en los que fijar la atención.En los que si se detiene e ilustra es en la intoxicacióntanto aguda como crónica de CO2. Utiliza paraeso autores como San Agustín y sobre todo aVan Helmont, donde describe la intoxicación agudapor monóxido de carbono. Sin saber lo que es realmente,lo intuye (lo describe como un gas silvestre).Hace una aproximación bastante exacta delorigen de los problemas respiratorios que presentanestos trabajadores, relacionándolo con la cantidadde cal que se utiliza para el blanqueo del azúcar,estableciendo casi una correlación de dosis, a máscal, más problemas respiratorios y más graves.Efectivamente el hidróxido cálcico resulta muyagresivo para mucosas (ojos), y árbol respiratorio(asmas). En cambio carece de relevancia, la importanciaque el autor le da a los vapores de cobre delas calderas de cocción.Por último debemos resaltar la idea preventiva desu trabajo, no solamente nos dice lo que ocurre yporque sino como se puede evitar.Nos describe medidasde protección colectiva e individual. Colectiva,tales como, procurar realizar las tareas en lugaresabiertos, evitaremos intoxicación de CO2, y elen cierta medida el efecto corrosivo del hidróxidode calcio. Individuales, lavarse la cara, diluir, y enjuaguescon vinagre. Esto último no parece lo máscorrecto, puesto que a un ácido lo tratamos de contrarrestarcon otro.Por último, adolece de toda lógica,evitar los efectos nocivos de la combustión delcarbón con una barra de hierro.D. Fernando Lazúen AlconDirector Médico del Centro dePrevención de Riesgos Laborales (Granada)249

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