11.07.2015 Views

163Ribi

163Ribi

163Ribi

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

dentem, honestisque moribus praeditum esse oportet;primúm, debet advertere, qualis sit conditio, inquo positum sit Monasterium nam si in loco salubri,non mágnum negocium illi erit Monialiumvaletudinem tueri; non ita veró si in loco insalubrifuerit, aer enim in quo degimus, & quem inspiramosmagnam habet in nostris corporibus potestatem,persaepé enim evenit ut Monasteria in gratiamamplitudinis hortorum, & Monialium oblectamentum,sint quidem bene structa, sed malé posita,nempé propé muros, & foveas Civitatis, ad quaeloca omnes sordes confluunt. Sic apud muros quotannismajorem aegrotantium numerum, & gravioresesse morbos observare est, quám in locis interioribus,qualis observatio est Hippocratis in LibrisEpid. In historia illius, qui decumbebat peopémuros, hoc idem quoque in hisce Monasteriis observavi,nam si in frequentioribus locis Civitatisfuerint, lices sine hortis, & spaciosis ambulacris,feliciori fruuntur valetudine, quám ea, quae hujusmodihabent delicias, sed parum salubres. Medicumergo attentum esse oportet, u tea quae aerem inquinarepossunt, quanum licet avertat, Moniales monendo,ut ab iis ventis caveant, qui ab ea parte, ubisumt foveae spirant, ac ne ingentes simi acervos inhortis suis congerant, sed potius curent exteriusemi, neque recentes, sed veteres, ne dum hortossaturare volunt, aerem praxis halitibus inquinent,quam ob causam Hesiodus, uti jam superius diximus,cum de Morbis Agricolarum ageretur, stercorationemagrorun damnabat, consultum magis volenssalubritati, quám fertilitati. A deambulatione insuis hortis matutinis, & vespertinis horis cavere debent,ne illarum gráventur capita, summatim totiusMonasterii mundities procuranda, ut aer quantumliceo purus servetur. In ómnibus feré Monasteriosobservavi quatuor, velquinque sues nutriri solere, utfalsamenta, pernas, lucanicas, laridos, mulraquealia conficiant, quae animalia liceo intra quaedamsepra contineantur, fieri tamen nequit quin aerispuritati multun officiant, dum etenim svillia identidempurgare necesse est, per aestatem praecipué,non parva mephiris totum Monasterium infestar,neque suaderi possunt, ur consuetudinem hanc abjiciant,liceo si expesi ratio habeatur in alendis hisanimalibus, non tam mágnum sit emolumentum, utipsea putat, quando igitur iis sic placet quanta possuntdiligencia efficiant, ur quám minimé aeris puritaslaedatur. Quo ad alimenta humano genericommunia, panis primas tenet, ac de re nos habeoquod dicam, omnia etenim Monasterio optimopane, acut plurimúm resentí utuntur ab iisdem benéque es más meritorio preservarlas de aquellas quesanarlas. Así pues, el médico que se dedique a ello,que debe ser docto, prudente y honesto, debe primeroobservar cuál es la condición del aire del enclavedel monasterio. Si se encuentra en un lugarsaludable, no le será difícil preservar la salud de lasmonjas; no será así sin embargo, si está en un emplazamientoinsalubre, ya que el aire en que vivimosy que respiramos tiene una gran influencia sobrenuestros cuerpos. Con frecuencia ocurre que losmonasterios, atendiendo a la amplitud de sus huertosy a la satisfacción de las monjas, están, desdeluego, bien construidos, pero mal ubicados; porejemplo, junto a las murallas y fosos de las ciudades,donde se concentran todas las basuras. Así,cada año se puede ver, que cerca de las murallas,más que en el interior, aumenta el número de losque enferman y la gravedad de las enfermedades,según observa Hipócrates, en la historia del queyacía junto a la muralla, en los libros De las epidemias.También yo he observado lo mismo en esosmonasterios; ya que si están en lugares más concurridosde la ciudad, aún sin huertos ni lugares ampliospara pasear, disfrutan de mejor salud quequienes tienen esas cosas tan agradables pero pocosaludables. El médico debe estar, por tanto, prestopara alejar, en lo posible, los factores que puedancontaminar el aire, aconsejando a las monjas que seprotejan de los vientos que soplan de la zona dondeestán los fosos, y que no acumulen grandes montonesde estiércol en sus huertos; mejor que procurencomprarlo fuera, mejor viejo que fresco, no ocurraque por pretender colmar sus huertos, contaminenel aire con emanaciones perniciosas. Por esto mismo,Hesíodo, según ya comentamos más arriba,cuando trataba de las enfermedades de los labriegos,reprobaba que estercolaran los campos, pretendiendoque se cuidara más de la salubridad que dela fertilidad. Deben guardarse de pasear por loshuertos en las horas de la mañana y del atardecer,para no sufrir molestias en sus cabezas. Deben, ensuma, esforzarse en la limpieza del monasterio paraque el aire se mantenga tan puro como sea posible.He visto que en casi todos los monasterios suelencriar cuatro o cinco cerdos para hacer salazones,jamones, longanizas, tocino y otras muchas cosas.Y aunque los animales estén encerrados en recintosvallados, es inevitable que deteriore mucho a la purezadel aire; y como es necesario limpiar continuamentelas porquerizas, especialmente durante elestío, todo el monasterio se contamina con granpestilencia; y no hay forma de que cambien ese284

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!