Guía de Práctica Clínica sobre Trastorno Bipolar - GuíaSalud
Guía de Práctica Clínica sobre Trastorno Bipolar - GuíaSalud
Guía de Práctica Clínica sobre Trastorno Bipolar - GuíaSalud
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
El primer antipsicótico utilizado fue la clorpromacina, en 1952. Inicialmente sintetizada<br />
como antihistamínico con propieda<strong>de</strong>s sedantes y anticolinérgicas, se observó que su efecto<br />
<strong>sobre</strong> pacientes quirúrgicos era el <strong>de</strong> un tranquilizante mayor. Su uso <strong>sobre</strong> pacientes<br />
esquizofrénicos y maníacos agudos resultó muy útil, reduciendo la excitación y la agitación,<br />
pero también reduciendo la intensidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>lirios, alucinaciones y <strong>de</strong>sorganización <strong>de</strong>l<br />
pensamiento. Se inició así una <strong>de</strong> las revoluciones farmacológicas más importantes <strong>de</strong> la<br />
historia <strong>de</strong> la psiquiatría, posibilitando en gran medida las iniciativas <strong>de</strong>sinstitucionalizadoras<br />
que se acometerían <strong>de</strong>spués. La clorpromacina es una fenotiacina que aun hoy se sigue<br />
utilizando como antipsicótico sedante. En 1958 se i<strong>de</strong>ntificó el haloperidol, <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> la<br />
butirofenona, auténtico protagonista <strong>de</strong> la práctica psiquiátrica durante décadas.<br />
Los antipsicóticos se han clasificado tradicionalmente en dos categorías: los fármacos<br />
convencionales o <strong>de</strong> primera generación, caracterizados por una especial afinidad por los<br />
receptores dopaminérgicos D2 y un estrecho margen terapéutico entre el efecto antipsicótico y<br />
el efecto adverso motor, concretamente síntomas extrapiramidales y discinesia tardía; y los<br />
fármacos atípicos o <strong>de</strong> segunda generación, caracterizados por un perfil receptorial más<br />
heterogéneo y mejor tolerabilidad. Recientemente se ha discutido esta separación, teniendo en<br />
cuenta que hay fármacos convencionales que presentan menos inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> síntomas<br />
extrapiramidales y que algunos atípicos presentan problemas <strong>de</strong> tolerancia <strong>de</strong> otra índole pero<br />
no menos importantes (p. ej. metabólicos). Finalmente tampoco es exacta la separación según el<br />
perfil receptorial, dado que el amisulpiri<strong>de</strong>, consi<strong>de</strong>rado fármaco <strong>de</strong> segunda generación,<br />
presenta una afinidad específica por el receptor D2.<br />
Antes <strong>de</strong> revisar la evi<strong>de</strong>ncia que sustenta su uso en el TB, <strong>de</strong>scribiremos las<br />
características <strong>de</strong> las moléculas principales.<br />
Antipsicóticos atípicos o <strong>de</strong> segunda generación<br />
Estos fármacos, que incluyen la clozapina, risperidona, olanzapina, quetiapina, sertindol,<br />
ziprasidona, aripiprazol, paliperidona y asenapina bloquean no sólo los receptores<br />
dopaminérgicos sino también serotoninérgicos. Concretamente, el antagonismo <strong>de</strong>l receptor<br />
serotoninérgico 5-HT2 tiene propieda<strong>de</strong>s anti<strong>de</strong>presivas. En otras ocasiones estos fármacos<br />
pue<strong>de</strong>n ser agonistas parciales 5-HT 1A o bloqueantes 1 y 2 adrenérgicos, adrenérgicos,<br />
colinérgicos muscarínicos o histamínicos. El aripiprazol es un agonista parcial dopaminérgico,<br />
lo que ha hecho consi<strong>de</strong>rarlo para algunos autores un antipsicótico “<strong>de</strong> tercera generación”. Sin<br />
embargo, todavía se <strong>de</strong>sconocen los mecanismos exactos específicos que confieren “atipicidad”<br />
a estas moléculas. Se sabe que hay un margen más amplio entre las dosis <strong>de</strong> fármaco que fijan<br />
un número suficiente <strong>de</strong> receptores <strong>de</strong> dopamina para tratar la psicosis y las dosis que producen<br />
síntomas extrapiramidales. La psicosis suele mejorar cuando el 65% <strong>de</strong> los receptores estriatales<br />
D2 están ocupados; pero si están bloqueados el 80% <strong>de</strong> los receptores aumenta<br />
consi<strong>de</strong>rablemente el riesgo <strong>de</strong> síntomas extrapiramidales. La dosis <strong>de</strong> antipsicótico atípico que<br />
es responsable <strong>de</strong> este aumento <strong>de</strong> ocupación es significativamente mayor que en el haloperidol,<br />
por ejemplo. Es la llamada “ventana <strong>de</strong> fijación terapéutica” <strong>de</strong> la dopamina D2.<br />
Debido a la mayor heterogeneidad <strong>de</strong> afinidad receptorial y al mejor perfil <strong>de</strong> tolerancia,<br />
son los antipsicóticos más utilizados en el TB. Su uso extendido ha puesto <strong>de</strong> manifiesto la<br />
importancia <strong>de</strong> los efectos adversos metabólicos, cardiovasculares y <strong>de</strong> aumento <strong>de</strong> la<br />
prolactina, lo que implica una cuidadosa monitorización <strong>de</strong> la tolerancia y el conocimiento <strong>de</strong>l<br />
perfil específico <strong>de</strong> cada fármaco. Se <strong>de</strong>scriben a continuación aquellos que tienen indicación<br />
para el tratamiento <strong>de</strong>l TB en España, o que han <strong>de</strong>mostrado eficacia (risperidona, olanzapina,<br />
quetiapina, ziprasidona, aripiprazol, paliperidona, asenapina, amisulpri<strong>de</strong>, y clozapina).<br />
Risperidona<br />
Es un potente antagonista <strong>de</strong> los receptores 5-HT2 y D2 y menor 1 y 2 adrenérgico. El bloqueo<br />
<strong>sobre</strong> 5HT2 mejora a su vez el efecto antidopaminérgico en la esquizofrenia. Tiene escasa<br />
afinidad por receptores ß-adrenérgicos y muscarínicos, y alta por 1 y H1. El 70-85% se<br />
absorbe en tubo digestivo y sufre un importante metabolismo <strong>de</strong> primer paso hepático, dando<br />
lugar al metabolito activo 9-hidroxirisperidona.<br />
Se utiliza a dosis <strong>de</strong> 4-6 mg/día, y es posible por su semivida plasmática (en torno a 20<br />
horas) una administración única diaria, manteniendo su efectividad y tolerancia. Debe iniciarse<br />
con 2 mg una o dos veces al día, e incrementarse a 4 mg el segundo día en una o dos tomas.<br />
Está indicado en monoterapia para el tratamiento a corto plazo <strong>de</strong> episodios mixtos o maníacos<br />
88 SANIDAD