Guía
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RESUMEN<br />
Requerimientos y recomendaciones nutricionales en la edad avanzada 39<br />
• En 1941 se publicaron las primeras recomendaciones de ingestas dietéticas, centrando<br />
el interés en promover el consumo de cantidades de alimentos que proporcionaran a la<br />
población la energía y nutrientes necesarios para evitar las enfermedades carenciales.<br />
• Las guías alimentarias fueron la expresión en alimentos de las recomendaciones nutricionales<br />
para la población adulta. En Suecia se publicó la primera guía alimentaria en<br />
1968 y posteriormente proliferaron en distintos países con diferentes diseños e iconos.<br />
• Dado el progresivo incremento de la población anciana y el efecto nocivo que tienen<br />
las alteraciones nutricionales para este grupo de población, se han llevado a cabo<br />
numerosos estudios sobre el tema.<br />
• La malnutrición en las personas ancianas constituye un importante problema de salud<br />
pública con el aumento de las morbilidades asociadas.<br />
• El grado de malnutrición observado en personas ancianas institucionalizadas u hospitalizadas<br />
en muy importante.<br />
• Es un objetivo de salud pública prevenir la malnutrición de la población anciana<br />
proporcionándole una alimentación suficiente, completa y equilibrada.<br />
• La ingesta calórica deberá ser suficiente, aunque no excesiva, y el aporte de macro y micronutrientes<br />
adecuado a sus necesidades, expresadas por los requerimientos nutricionales.<br />
• Establecer requerimientos nutricionales para los ancianos sanos no es fácil y los estudios<br />
existentes son menos abundantes y sólidos que los efectuados en la población<br />
de menor edad. Cuando no existe evidencia científica se utilizan los requerimientos<br />
aceptados para la población adulta.<br />
• Los requerimientos en macro y micronutrientes para ancianos y adultos son coincidentes<br />
en fibra, agua y electrólitos.<br />
• Se presentan diferencias en los requerimientos de vitamina D, tiamina, ácido fólico,<br />
vitamina B12, que son superiores en ancianos que en población adulta y en vitamina<br />
A, K, niacina y energía que son inferiores en ancianos.<br />
• No hay variaciones en los requerimientos de minerales de los ancianos respecto a la edad<br />
adulta salvo en el caso del calcio, en el que se aconseja una ingesta algo superior.<br />
• Alimentar adecuadamente a un anciano puede tener dificultades de tipo orgánico,<br />
psíquico, económico, social y cultural.<br />
• Los ancianos con mayor riesgo de sufrir la malnutrición son los que están institucionalizados,<br />
los que viven solos o carecen de apoyo familiar.<br />
• Una alimentación inadecuada puede complementarse con alimentos funcionales que<br />
aportan vitaminas y minerales.<br />
• La prescripción de fármacos, vitaminas o minerales debe reservarse para situaciones<br />
de claro déficit.<br />
• La administración de calcio y vitamina D ha resultado positiva en la prevención de<br />
fracturas osteoporóticas y para aumentar la densidad ósea.