Guía
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normas culturales de un pueblo permiten en<br />
forma de hábitos alimentarios, de costumbres<br />
que perviven en la tradición, y que funcionan<br />
también como estabilizadores psicológicos<br />
y sociales. El peso de la tradición es<br />
tan fuerte en las costumbres alimentarias<br />
que un principio dietético fundamental en<br />
la medicina hipocrática y galénica fue el<br />
siguiente:“No conviene que el hombre deje<br />
su costumbre que tiene en el comer y beber<br />
o en cualquier movimiento o ejercicio que<br />
hace, y aunque la tal costumbre sea fuera de<br />
regla de sanidad, no la deje ni se pase a lo<br />
que la razón pide, si no fuera poco a poco, porque<br />
es imposible hacerse el hombre mudanza<br />
sin estar enfermo; el enfermo no mude la<br />
costumbre que tiene, si después del tiempo<br />
que está enfermo no ha hecho alguna<br />
mudanza” (LOBERA, 67-68).<br />
Y, en fin, la comida en la mesa festeja de<br />
suyo nuestro ser de hombres en común. Por<br />
eso mismo tiene la comida en la mesa un<br />
carácter alegre, superior incluso al que experimento<br />
cuando satisfago el apetito y saboreo<br />
los platos.Toda comida es festiva . Así lo vio ya<br />
Cicerón, el ilustre anciano del imperio romano<br />
que en su libro sobre la vejez (De Senectute)<br />
expresó la misma idea con estas palabras:<br />
“Mucho le agradezco a la vejez el que me haya<br />
aumentado el deseo de la conversación y me<br />
haya quitado el de la bebida y comida. Pero<br />
nadie piense que yo he declarado la guerra<br />
total al deleite, del que sin duda existe una<br />
cierta medida natural; ni entiendo que la vejez<br />
haya de estar incapacitada para sentir esos<br />
mismos deleites” (CICERÓN,XIV).<br />
Tradición y cultura en la alimentación de las personas mayores 75<br />
FIGURA 16. JACOB JORDAENS, 1593-1678: El rey bebe<br />
(Musen Royaux des Beaux Künste, Brüssel). El<br />
anciano es arrastrado por el ambiente a la embriaguez,<br />
mostrando un aspecto falto de dignidad<br />
y decoro. Describe una escena de vociferantes<br />
invitados que celebran cantando y bebiendo la<br />
fiesta del “rey del haba”. La expresión de los rostros<br />
y las gesticulaciones hilarantes de la farsa<br />
dejan entrever que el vino y la cerveza ya han<br />
corrido en exceso.<br />
A este testimonio habría que añadir que<br />
en la antigua familia troncal, los ancianos,<br />
aun recibiendo ciertos cuidados, eran capaces<br />
de atender a otros miembros, como a<br />
niños y adolescentes, siendo irreemplazable<br />
su función de vigilancia y cuidado. En la<br />
actualidad, la mayoría de los ancianos no<br />
son frágiles: se conservan físicamente bien<br />
para realizar actividades diversas en la comunidad.<br />
Y justo en el seno de la comunidad<br />
familiar, los alimentos adquieren un misterioso<br />
valor simbólico de intercomunicación<br />
que, arrancando de la propia cultura y<br />
tradición, es un factor importante con el que<br />
habrá de contar la gerodietética.