Sri Ramana Paravidyopanishad - Advaita Vedanta
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Leia este e outros textos em www.advaita.com.br<br />
– Ensinamentos do <strong>Advaita</strong> <strong>Vedanta</strong>, <strong>Ramana</strong> Maharshi, Papaji, Nisargadatta Maharaj e Mooji –<br />
<strong>Sri</strong> <strong>Ramana</strong> <strong>Paravidyopanishad</strong><br />
Esto es de la Taittiriya Upanishad. Lo que quiere decir es que toda la felicidad<br />
que es posible en la vida mundana está contenida en una mínima fracción de esa<br />
felicidad del Brahman.<br />
563 Puesto que el Sí mismo real es todo lo que es, cuando ese Sí mismo es obtenido,<br />
para el sabio no queda nada que obtener. Por consiguiente, en la doctrina sagrada<br />
el sabio es el que ha obtenido y saboreado todos los objetos de deseo, y, por<br />
consiguiente, es sin-deseo, lo mismo que Dios Mismo.<br />
Debe recordarse que Dios es realmente impersonal, como el Brahman, de modo<br />
que el Dios personal es solo una modificación de Él.<br />
564 Viveka Chudamani pregunta, «¿Cómo puede el que ha experimentado la verdad<br />
de su propio Sí mismo identificarse con su cuerpo y sufrir por el deseo de los<br />
objetos? ¿Quién queda ahí para desear?» Esta revelación muestra que para el<br />
sabio los deseos no surgen.<br />
565 Solo tiene deseos ese hombre que se identifica a sí mismo con el cuerpo. Pero el<br />
sabio ha devenido libre del pensamiento «Yo soy el cuerpo». El sabio considera<br />
su propio cuerpo como si fuera el cuerpo de otro.<br />
La primera sentencia de arriba es una cita del Viveka Chudamani.<br />
Otra razón poderosa es que el sabio es por naturaleza eternamente feliz con la<br />
felicidad del Sí mismo real. Esto ha sido declarado y explicado antes.<br />
Pero la felicidad del sabio no causa esclavitud, como se muestra a continuación.<br />
566 En el estado supremo no hay ninguna saboreación de felicidad, pues ahí el<br />
sentido de ser feliz o miserable no puede surgir. Puesto que en ese estado no hay<br />
pares de opuestos, la felicidad del sabio no tiene similitudes con los placeres y<br />
miserias del samsara.