Sri Ramana Paravidyopanishad - Advaita Vedanta
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– Ensinamentos do <strong>Advaita</strong> <strong>Vedanta</strong>, <strong>Ramana</strong> Maharshi, Papaji, Nisargadatta Maharaj e Mooji –<br />
19<br />
<strong>Sri</strong> <strong>Ramana</strong> <strong>Paravidyopanishad</strong><br />
natural, el cuarto estado es descrito por los sabios como un estado de sueño<br />
profundo despierto.<br />
Esta distinción entre el sabio y el ignorante encuentra un lugar en el siguiente<br />
verso de la Gita: «El sabio está despierto en lo que es noche para todas las criaturas.<br />
Eso en lo que las criaturas están despiertas es noche para el sabio, aunque, de hecho,<br />
él está despierto».<br />
Esto implica que desde el punto de vista del sabio, el mundo es irreal. Este verso<br />
sugiere una pregunta: ¿Cómo el sabio, cuyo cuerpo continúa vivo, puede proseguir su<br />
misión como un maestro de sabiduría suprema? La solución a este enigma está en el<br />
hecho de que el estado natural de un sabio no interfiere con la obra del sabio como un<br />
maestro. Esa actividad prosigue de una manera misteriosa, la cual se explica en la<br />
medida de lo posible en un contexto posterior.<br />
Por todo esto puede parecer que ser sabio es algo anómalo. Lo que es anómalo<br />
es la perspectiva mundana, que es ciega a lo real y atenta hacia el sueño irreal, la<br />
apariencia del mundo. Los mundanos son como gentes borrachas o locos. Es el sabio<br />
quien es a la vez sobrio y cuerdo.<br />
Hasta ahora el estado supremo del sabio ha sido llamado el cuarto estado. Pero<br />
este nombre es solo una concesión para los novicios, como se va a mostrar ahora.<br />
37 Para aquellos para quienes los tres estados, vigilia y demás, son reales, ese<br />
estado [supremo] es mencionado como «el cuarto estado». Pero, puesto que solo<br />
ese supuesto cuarto estado es real, y estos tres son irreales, el término «cuarto<br />
estado» no es correctamente aplicable a él.<br />
Por consiguiente, solo el estado supremo es el estado trascendental. Cuando se<br />
comparan con este estado, los tres estados mundanos no pueden ser considerados<br />
reales. Su aparente realidad no es más auténtica que la realidad que es atribuida a un<br />
sueño mientras dura. Este punto será desarrollado más extensamente después.