13.07.2015 Views

LIBRO DE CONCORDIA COMPLETO - Escritura y Verdad

LIBRO DE CONCORDIA COMPLETO - Escritura y Verdad

LIBRO DE CONCORDIA COMPLETO - Escritura y Verdad

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

17] Podrían contarse aquí también las limosnas, así como las aflicciones, que también sonsignos a los cuales añadió Dios promesas. Pero omitamos estas cosas. Porque ningún varónprudente disputará con empeño acerca del número, o el nombre, si no se guardan las cosas quetienen el mandamiento de Dios y sus promesas.18] Es más necesario comprender cómo han de usarse los Sacramentos. Y aquícondenamos a toda la caterva de escolásticos doctores que enseñan que los Sacramentosconfieren la gracia ex opere operato, sin la buena disposición del que los usa, con tal de que noponga obstáculo. Opinión absolutamente judaica es pensar que somos justificados por unaceremonia, sin la buena disposición del corazón, esto es, sin la fe. Y, no obstante, esta opiniónimpía y perniciosa se enseña con gran autoridad por todo el reino pontificio.19] Pablo, Rom. 4,9 sg., niega que Abraham fuese justificado por la circuncisión, peroafirma que la circuncisión era una señal dispuesta para ejercitar la fe. Y así, nosotros enseñamosque en el uso de los Sacramentos debe intervenir la fe que cree las promesas y recibe las cosasprometidas que se presentan en el Sacramento.20] La razón es clara y solidísima. La promesa es inútil sí no se recibe por la fe. Pero losSacramentos son las señales de las promesas. Por eso debe añadirse la fe cuando se usa de ellos,para que si alguno usa de la Cena del Señor, lo haga así. Y pues éste es un Sacramento del NuevoTestamento, como Cristo lo dice claramente, Luc. 22, 20, debe creer que se le concede loprometido en el Nuevo Testamento, a saber, el perdón gratuito de los pecados. Reciba, pues, estebeneficio con fe, levante su conciencia alarmada, y crea que estos testimonios no son falaces,sino tan ciertos como si Dios desde el cielo con un nuevo milagro le declarase que quiereperdonar. ¿Qué aprovecharían estos milagros y promesas a quien no cree?21] Hablamos aquí de una fe que cree en la promesa presente, y no de la que cree sólo queexiste Dios, sino de la que cree que se ofrece perdón de pecados.22] Este uso del Sacramento consuela las mentes piadosas y timoratas.23] Por otra parte, nadie podría expresar con palabras la lagnitud de los abusos que en laIglesia ha originado la opinión fanática del opus operatum, según la cual no es necesaria unabuena disposición en quien recibe los Sacramentos. De aquí viene esa infinita profanación de lasMisas; pero de esto hablaremos más adelante. De los escritores antiguos ni una sola letra puedecitarse que favorezca a los escolásticos en este asunto. Al contrario: Agustín dice que la fe en elSacramento es la que justifica, y no el Sacramento. Y es conocida la sentencia de Pablo, Rom.10,10: Con el corazón se cree para justicia.Art.XIV.Del Orden Eclesiástico.24] Aceptan el Artículo Catorce, en el que decimos que a nadie que no sea debidamentellamado debe concederse, en la Iglesia, la administración de los Sacramentos y de la Palabra siusamos del orden canónico. Sobre esta cuestión, hemos declarado muchas veces en esta asambleaque deseamos con la mejor voluntad conservar la disciplina eclesiástica y los grados en la Iglesia,aunque han sido establecidos por la autoridad humana. Porque sabemos que la disciplinaeclesiástica fue instituida por los Padres con intención útil y buena, al modo que la describen losantiguos cánones.129

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!