13.07.2015 Views

LIBRO DE CONCORDIA COMPLETO - Escritura y Verdad

LIBRO DE CONCORDIA COMPLETO - Escritura y Verdad

LIBRO DE CONCORDIA COMPLETO - Escritura y Verdad

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

7. Que también fortalecerá, aumentará y sostendrá hasta el fin la buena obra que haempezado en ellos, si ellos se adhieren a la palabra de Dios, oran con diligencia, permanecen enla gracia de Dios y usan fielmente los dones recibidos.8. Que por fin salvará para siempre y glorificará en la vida eterna a aquellos que haelegido, llamado y justificado.En este consejo, propósito y disposición Dios ha preparado la salvación no sólo engeneral, sino que también en su gracia ha considerado y escogido para la salvación a todos y acada uno de los electos que han de ser salvos por medio de Cristo, y también ha ordenado que dela manera que se acaba de mencionar, mediante su gracia, dones y eficacia los traerá a lasalvación, los ayudará, alentará, fortalecerá y conservará.Todo esto está comprendido, según las <strong>Escritura</strong>s, en la doctrina acerca de la eleccióneterna de Dios para la adopción de hijos y la salvación eterna, y todo esto, sin exclusión uomisión alguna, debe entenderse si se habla del propósito, presciencia, elección y disposición deDios para la salvación. Y si, respecto de este artículo, ajustamos nuestros pensamientos a lo quedicen las <strong>Escritura</strong>s, podremos mediante la gracia de Dios atenernos a él con toda sencillez.A la explicación más detallada y al uso provechoso de la doctrina acerca de la presciencia(predestinación) de Dios para la salvación pertenece también esto: Si son salvados solamente loselectos cuyos «nombres están escritos en el libro de la vida» (Fil. 4:3; Ap. 20:15), ¿cómo sepuede saber, y de qué manera se puede conocer quiénes son los electos que se pueden y debenconsolar con esta doctrina?En este punto no debemos juzgar según nuestra propia razón, tampoco según la ley nisegún apariencia exterior alguna; tampoco debemos atrevernos a sondar el abismo secreto yoculto de la predestinación divina, sino que debemos fijarnos bien en la voluntad revelada deDios; pues «El nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad, y lo ha manifestado por mediodel aparecimiento de nuestro Salvador Cristo Jesús, para que fuese predicado» (Ef. 1:9-10; 2ª Ti.1:9-11).Ese misterio empero nos es manifestado a la manera como dice San Pablo en Romanos8:29-30: «A los que Dios predestinó, a éstos también llamó». Ahora bien: Dios no llamainmediatamente, sin medios, sino por medio de su palabra, por lo que él también mandó predicarel arrepentimiento y la remisión de pecados (Lc. 24:47). Esto lo atestigua también San Pablocuando escribe en 2ª Corintios 5:20: «Nosotros somos embajadores en nombre de Cristo, como siDios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios». Ya los huéspedes que el Rey quiere tener presentes en las bodas de su Hijo, los hace llamar por losservidores enviados por él (Mt. 22:2-14), a algunos a la hora primera, a otros a la hora segunda,tercera, sexta, nona, y hasta a la hora undécima (Mt. 20:1-16).Por lo tanto, si deseamos considerar con provecho nuestra elección eterna para lasalvación, tenemos que asirnos tenaz y firmemente de esto: Así como la predicación delarrepentimiento es universal, es decir, atañe a todos los hombres (Lc. 24:47), asimismo lo es lapromesa del evangelio. Por esto Cristo mandó que en su nombre se predicase el arrepentimiento yperdón de pecados entre todas las naciones. Pues Dios amó al mundo y le dio a su Hijo unigénito(Jn. 3:16). Cristo quitó el pecado del mundo (Jn. 1:29); dio su carne por la vida del mundo (Jn.6:51); su sangre es la propiciación por los pecados de todo el mundo (1ª Jn. 1:7; 2:2). Cristo dice:«Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar» (Mt. 11:28). Atodos los ha encerrado Dios en la desobediencia, para tener misericordia de todos (Ro. 11:32).Dios no quiere que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento (2ª P. 3:9). El es elSeñor de todos, rico para con todos los que le invocan (Ro. 10:12). Ha sido manifestada unajusticia divina, alcanzada por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen (Ro. 3:22).416

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!