19.10.2016 Views

El Conflicto de los Siglos por Elena de White [Nueva Ed.]

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>El</strong> <strong>Conflicto</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> Sig<strong>los</strong><br />

Capítulo 27 : Una Obra <strong>de</strong> Reforma<br />

LA OBRA <strong>de</strong> reforma tocante al sábado como día santificado <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso, que <strong>de</strong>bía cumplirse<br />

en <strong>los</strong> últimos días está predicha en la profecía <strong>de</strong> Isaías 56: "Así dijo Jehová: Guardad <strong>de</strong>recho y haced<br />

justicia: <strong>por</strong>que cercana está mi salud para venir, y mi justicia para manifestarse. Bienaventurado el<br />

hombre que esto hiciere, y el hijo <strong>de</strong>l hombre que esto abrazare: que guarda el sábado <strong>de</strong> profanarlo, y<br />

que guarda su mano <strong>de</strong> hacer todo mal." "A <strong>los</strong> hijos <strong>de</strong> <strong>los</strong> extranjeros que se llegaren a Jehová para<br />

ministrarle, y que amaren el nombre <strong>de</strong> Jehová para ser sus siervos: todos <strong>los</strong> que guardaren el sábado<br />

<strong>de</strong> profanarlo, y abrazaren mi pacto, yo <strong>los</strong> llevaré al monte <strong>de</strong> mi santidad, y <strong>los</strong> recrearé en mi casa <strong>de</strong><br />

oración." (Isaías 56: 1, 2, 6, 7.) Estas palabras se aplican a la dispensación cristiana, como se ve <strong>por</strong> el<br />

contexto: "Dice Jehová el Señor, el que recoge <strong>los</strong> dispersos <strong>de</strong> Israel: Juntaré a él otros todavía, a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> suyos que están ya recogidos." (Isaías 56: 8, V.M.) Aquí está anunciada <strong>de</strong> antemano la reunión<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> gentiles <strong>por</strong> medio <strong>de</strong>l Evangelio. Y una bendición se promete a aquel<strong>los</strong> que honren entonces el<br />

sábado. Así que la obligación <strong>de</strong>l cuarto mandamiento se extien<strong>de</strong> más acá <strong>de</strong> la crucifixión, <strong>de</strong> la<br />

resurrección y ascensión <strong>de</strong> Cristo, hasta cuando sus siervos <strong>de</strong>bían predicar a todas las naciones el<br />

mensaje <strong>de</strong> las buenas nuevas.<br />

<strong>El</strong> Señor manda <strong>por</strong> el mismo profeta: Ata el rollo <strong>de</strong>l testimonio, y sella la ley entre mis<br />

discípu<strong>los</strong>." (Isaías 8: 16, V.M.) <strong>El</strong> sello <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> Dios se encuentra en el cuarto mandamiento. Este<br />

es el único <strong>de</strong> <strong>los</strong> diez mandamientos que contiene tanto el nombre como el título <strong>de</strong>l Legislador. Declara<br />

que es el Creador <strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra, y revela así el <strong>de</strong>recho que tiene para ser reverenciado y adorado<br />

sobre todos <strong>los</strong> <strong>de</strong>más. Aparte <strong>de</strong> este precepto, no hay nada en el Decálogo que muestre qué autoridad<br />

fue la que promulgó la ley. Cuando el día <strong>de</strong> reposo fue cambiado <strong>por</strong> el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l papa, se le quitó el<br />

sello a la ley. Los discípu<strong>los</strong> <strong>de</strong> Jesús están llamados a restablecerlo elevando el sábado <strong>de</strong>l cuarto<br />

mandamiento a su lugar legítimo como institución conmemorativa <strong>de</strong>l Creador y signo <strong>de</strong> su autoridad.<br />

"¡A la ley y al testimonio!" Aunque abundan las doctrinas y teorías contradictorias, la ley <strong>de</strong> Dios es la<br />

regla infalible <strong>por</strong> la cual <strong>de</strong>be probarse toda opinión, doctrina y teoría. <strong>El</strong> profeta dice: "Si no hablaren<br />

conforme a esta palabra, son aquel<strong>los</strong> para quienes no ha amanecido. (Isaías 8: 20, V.M.)<br />

También se da la or<strong>de</strong>n: "¡Clama a voz en cuello, no te <strong>de</strong>tengas! ¡eleva tu voz como trompeta!<br />

¡<strong>de</strong>clara a mi pueblo su transgresión, a la casa <strong>de</strong> Jacob sus pecados!" Los que <strong>de</strong>ben ser reconvenidos a<br />

causa <strong>de</strong> sus transgresiones no son <strong>los</strong> que constituyen el mundo impío, sino aquel<strong>los</strong> a quienes el Señor<br />

<strong>de</strong>signa como "mi pueblo." Dios dice a<strong>de</strong>más: "Y con todo, me buscan <strong>de</strong> día en día, y tienen <strong>de</strong>leite en<br />

apren<strong>de</strong>r mis caminos, como si fuera nación que obra justicia, y que no abandona la ley <strong>de</strong> su Dios."<br />

(Isaías 58:1, 2, V.M.) Aquí se nos presenta a una clase <strong>de</strong> personas que se creen justas y parecen<br />

manifestar gran interés en el servicio <strong>de</strong> Dios; pero la severa y solemne censura <strong>de</strong>l Escudriñador <strong>de</strong><br />

corazones<br />

308

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!