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El Conflicto de los Siglos por Elena de White [Nueva Ed.]

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

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<strong>El</strong> <strong>Conflicto</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> Sig<strong>los</strong><br />

sobre esta generación brilla mucha luz intelectual, moral y religiosa. De las páginas abiertas <strong>de</strong> la santa<br />

Palabra <strong>de</strong> Dios, ha brotado luz <strong>de</strong>l cielo sobre la tierra. Pero no hay que olvidar que cuanto mayor sea<br />

la luz concedida, tanto más <strong>de</strong>nsas también son las tinieblas <strong>de</strong> aquel<strong>los</strong> que la pervierten o la rechazan.<br />

Un estudio <strong>de</strong> la Biblia hecho con oración mostraría a <strong>los</strong> protestantes el verda<strong>de</strong>ro carácter <strong>de</strong>l<br />

papado y se lo haría aborrecer y rehuir; pero muchos son tan sabios en su propia opinión que no sienten<br />

ninguna necesidad <strong>de</strong> buscar humil<strong>de</strong>mente a Dios para ser conducidos a la verdad. Aunque se<br />

enorgullecen <strong>de</strong> su ilustración, <strong>de</strong>sconocen tanto las Sagradas Escrituras como el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios.<br />

Necesitan algo para calmar sus conciencias, y buscan lo que es menos espiritual y humillante. Lo que<br />

<strong>de</strong>sean es un modo <strong>de</strong> olvidar a Dios, pero que parezca recordarlo. <strong>El</strong> papado respon<strong>de</strong> perfectamente a<br />

las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> todas esas personas. Es a<strong>de</strong>cuado a dos clases <strong>de</strong> seres humanos que abarcan casi a<br />

todo el mundo: <strong>los</strong> que quisieran salvarse <strong>por</strong> sus méritos, y <strong>los</strong> que quisieran salvarse en sus pecados.<br />

Tal es el secreto <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r.<br />

Ha quedado probado cuánto favorecieron el éxito <strong>de</strong>l papado <strong>los</strong> períodos <strong>de</strong> tinieblas<br />

intelectuales. También quedará <strong>de</strong>mostrado que una época <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s luces intelectuales es igualmente<br />

favorable a su triunfo. En otro tiempo, cuando <strong>los</strong> hombres no poseían la Palabra <strong>de</strong> Dios ni conocían la<br />

verdad, sus ojos estaban vendados y miles cayeron en la red que no veían tendida ante sus pies. En esta<br />

generación, son muchos aquel<strong>los</strong> cuyos ojos están ofuscados <strong>por</strong> el brillo <strong>de</strong> las especulaciones humanas,<br />

o sea <strong>por</strong> la "falsamente llamada ciencia;" no alcanzan a ver la red y caen en ella tan fácilmente como si<br />

tuviesen <strong>los</strong> ojos vendados. Dios dispuso que las faculta<strong>de</strong>s intelectuales <strong>de</strong>l hombre fuesen consi<strong>de</strong>radas<br />

como don <strong>de</strong> su Creador y que fuesen empleadas en provecho <strong>de</strong> la verdad y <strong>de</strong> la justicia; pero cuando<br />

se fomenta el orgullo y la ambición y <strong>los</strong> hombres exaltan sus propias teorías <strong>por</strong> encima <strong>de</strong> la Palabra<br />

<strong>de</strong> Dios, entonces la inteligencia pue<strong>de</strong> causar mayor perjuicio que la ignorancia. Por esto, la falsa ciencia<br />

<strong>de</strong> nuestros días, que mina la fe en la Biblia, preparará tan seguramente el camino para el triunfo <strong>de</strong>l<br />

papado con su formalismo agradable, como el obscurantismo lo preparó para su engran<strong>de</strong>cimiento en la<br />

<strong>Ed</strong>ad Media.<br />

En <strong>los</strong> movimientos que se realizan actualmente en <strong>los</strong> Estados Unidos <strong>de</strong> Norteamérica para<br />

asegurar el apoyo <strong>de</strong>l estado a las instituciones y prácticas <strong>de</strong> la iglesia, <strong>los</strong> protestantes están siguiendo<br />

las huellas <strong>de</strong> <strong>los</strong> papistas. Más aún, están abriendo la puerta para que el papado recobre en la América<br />

protestante la supremacía que perdió en el Viejo Mundo. Y lo que da más significado a esta ten<strong>de</strong>ncia<br />

es la circunstancia <strong>de</strong> que el objeto principal que se tiene en vista es imponer la observancia <strong>de</strong>l domingo,<br />

institución que vio la luz en Roma y que el papado proclama como signo <strong>de</strong> su autoridad. Es el espíritu<br />

<strong>de</strong>l papado, es <strong>de</strong>cir, el espíritu <strong>de</strong> conformidad con las costumbres mundanas, la mayor veneración <strong>por</strong><br />

las tradiciones humanas que <strong>por</strong> <strong>los</strong> mandamientos <strong>de</strong> Dios, el que está penetrando en las iglesias<br />

protestantes e induciéndolas a hacer la misma obra <strong>de</strong> exaltación <strong>de</strong>l domingo que el papado hizo antes<br />

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