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El Conflicto de los Siglos por Elena de White [Nueva Ed.]

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

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<strong>El</strong> <strong>Conflicto</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> Sig<strong>los</strong><br />

sigilo es lo que más conviene a sus fines. <strong>El</strong> que, vestido con el brillo <strong>de</strong> celestiales serafines, pudo<br />

aparecer ante Cristo para tentarle en el <strong>de</strong>sierto, suele presentarse también a <strong>los</strong> hombres <strong>de</strong>l modo más<br />

atractivo, cual si fuere ángel <strong>de</strong> luz. Apela a la razón <strong>por</strong> la presentación <strong>de</strong> temas elevados; <strong>de</strong>leita <strong>los</strong><br />

sentidos con escenas que cautivan y conquistan <strong>los</strong> afectos <strong>por</strong> medio <strong>de</strong> imágenes elocuentes <strong>de</strong> amor<br />

y caridad. Excita la imaginación en sublimes arrebatos e induce a <strong>los</strong> hombres a enorgullecerse tanto <strong>de</strong><br />

su propia sabiduría, que en el fondo <strong>de</strong> su corazón <strong>de</strong>sprecian al Dios eterno. Ese ser po<strong>de</strong>roso que pudo<br />

trans<strong>por</strong>tar al Re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong>l mundo a un altísimo monte y poner ante su vista todos <strong>los</strong> reinos y la gloria<br />

<strong>de</strong> la tierra, presentará sus tentaciones a <strong>los</strong> hombres y pervertirá <strong>los</strong> sentidos <strong>de</strong> todos <strong>los</strong> que no estén<br />

protegidos <strong>por</strong> el po<strong>de</strong>r divino.<br />

Satanás seduce hoy día a <strong>los</strong> hombres como sedujo a Eva en el <strong>Ed</strong>én, lisonjeándo<strong>los</strong>, alentando<br />

en el<strong>los</strong> el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> conocimientos prohibidos y <strong>de</strong>spertando en el<strong>los</strong> la ambición <strong>de</strong> exaltarse a sí<br />

mismos. Fue alimentando esos males cómo cayó él mismo, y <strong>por</strong> el<strong>los</strong> trata <strong>de</strong> acarrear la ruina <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

hombres. "Y seréis como Dios —dijo él,— conocedores <strong>de</strong>l bien y <strong>de</strong>l mal." (Génesis 3: 5, V.M.) <strong>El</strong><br />

espiritismo enseña "que el hombre es un ser susceptible <strong>de</strong> a<strong>de</strong>lanto; que su <strong>de</strong>stino consiste en progresar<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su nacimiento, aun hasta la eternidad, hacia la divinidad." Y a<strong>de</strong>más que "cada inteligencia se<br />

juzgará a sí misma y no será juzgada <strong>por</strong> otra." "<strong>El</strong> juicio será justo, <strong>por</strong>que será el juicio que uno haga<br />

<strong>de</strong> sí mismo.... <strong>El</strong> tribunal está interiormente en vosotros." Un maestro espiritista dijo cuando "la<br />

conciencia espiritual" se <strong>de</strong>spertó en él: "Todos mis semejantes eran semidioses no caídos." Y otro dice:<br />

"Todo ser justo y perfecto es Cristo."<br />

Así, en lugar <strong>de</strong> la justicia y perfección <strong>de</strong>l Dios infinito que es el verda<strong>de</strong>ro objeto <strong>de</strong> la adoración;<br />

en lugar <strong>de</strong> la justicia perfecta <strong>de</strong> la ley, que es el verda<strong>de</strong>ro mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la perfección humana, Satanás<br />

ha colocado la naturaleza pecadora <strong>de</strong>l hombre sujeto al error, como único objeto <strong>de</strong> adoración, única<br />

regla <strong>de</strong>l juicio o mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l carácter. Eso no es progreso, sino retroceso. Hay una ley <strong>de</strong> la naturaleza<br />

intelectual y espiritual según la cual modificamos nuestro ser mediante la contemplación. La inteligencia<br />

se adapta gradualmente a <strong>los</strong> asuntos en que se ocupa. Se asimila lo que se acostumbra a amar y a<br />

reverenciar. Jamás se elevará el hombre a mayor altura que a la <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> pureza, <strong>de</strong> bondad o <strong>de</strong><br />

verdad. Si se consi<strong>de</strong>ra a sí mismo como el i<strong>de</strong>al más sublime, jamás llegará a cosa más exaltada. Caerá<br />

más bien en bajezas siempre mayores. Sólo la gracia <strong>de</strong> Dios pue<strong>de</strong> elevar al hombre. Si <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> sus<br />

propios recursos, su conducta empeorará inevitablemente.<br />

A <strong>los</strong> indulgentes consigo mismos, a <strong>los</strong> amigos <strong>de</strong>l placer, a <strong>los</strong> sensuales, el espiritismo se<br />

presenta bajo un disfraz menos sutil que cuando se presenta a gente más refinada e intelectual. En sus<br />

formas groseras, aquél<strong>los</strong> encuentran lo que está en armonía con sus inclinaciones. Satanás estudia todos<br />

<strong>los</strong> indicios <strong>de</strong> la fragilidad humana, nota <strong>los</strong> pecados que cada hombre está inclinado a cometer, y cuida<br />

luego <strong>de</strong> que no falten ocasiones para que las ten<strong>de</strong>ncias hacia el mal sean satisfechas. Tienta a <strong>los</strong><br />

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