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El Conflicto de los Siglos por Elena de White [Nueva Ed.]

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

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<strong>El</strong> <strong>Conflicto</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> Sig<strong>los</strong><br />

la ciudad, y todos <strong>los</strong> merca<strong>de</strong>res y artesanos <strong>de</strong>scansen el venerable día <strong>de</strong>l sol. Empero que <strong>los</strong><br />

labradores atiendan con plena libertad al cultivo <strong>de</strong> <strong>los</strong> campos; ya que acontece a menudo que ningún<br />

otro día es tan a<strong>de</strong>cuado para la siembra <strong>de</strong>l grano o para plantar la viña; <strong>de</strong> aquí que no se <strong>de</strong>ba <strong>de</strong>jar<br />

pasar el tiempo favorable concedido <strong>por</strong> el cielo. Co<strong>de</strong>x Justinianus, lib. 3, tít. 12, párr. 2 (3). "Descansen<br />

todos <strong>los</strong> jueces, la plebe <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s, y <strong>los</strong> oficios <strong>de</strong> todas las artes el venerable día <strong>de</strong>l sol. Pero<br />

trabajen libre y lícitamente en las faenas agrícolas <strong>los</strong> establecidos en <strong>los</strong> campos, pues acontece con<br />

frecuencia, que en ningún otro día se echa el grano a <strong>los</strong> surcos y se plantan vi<strong>de</strong>s en <strong>los</strong> hoyos más<br />

convenientemente, a fin <strong>de</strong> que con ocasión <strong>de</strong>l momento no se pierda el beneficio concedido <strong>por</strong> la<br />

celestial provi<strong>de</strong>ncia.—Código <strong>de</strong> Justiniano, lib. 3, tít. 12, párr. 2 (3) (en la edición, en Latín y castellano,<br />

<strong>por</strong> García <strong>de</strong>l Corral, <strong>de</strong>l Cuerpo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho civil romano, tomo 4, pág. 333, Barcelona, 1892). <strong>El</strong><br />

original en latín se halla a<strong>de</strong>más en J. L. v.<br />

Mosheim: Institutionem Historia Ecclesiastica antiquioris et recensioris, sig. 4, parte 2, cap. 4, sec.<br />

5, y en otras muchas obras.<br />

<strong>El</strong> Diccionario Enciclopédico Hisp.— Amer., art. Domingo, dice: <strong>El</strong> emperador Constantino, en<br />

el año 321, fue el primero que or<strong>de</strong>nó una rigurosa observación <strong>de</strong>l domingo, prohibiendo toda clase <strong>de</strong><br />

negocios jurídicos, ocupaciones y trabajos; únicamente se permitía a <strong>los</strong> 866<br />

labradores que trabajaran <strong>los</strong> domingos en faenas agrícolas, si el tiempo era favorable. Una ley<br />

posterior <strong>de</strong>l año 425 prohibió la celebración <strong>de</strong> toda clase <strong>de</strong> representaciones teatrales, y finalmente en<br />

el siglo VIII se aplicaron en todo su rigor al domingo cristiano las prohibiciones <strong>de</strong>l Sábado judaico."<br />

Página 58. FECHAS PROFÉTICAS.— Véase la nota <strong>de</strong> la página 373. Página 60. ESCRITOS<br />

ADULTERADOS.— Entre <strong>los</strong> documentos cuya falsificación es generalmente reconocida en la<br />

actualidad, la Donación <strong>de</strong> Constantino y las Decretales Pseudo-Isidorianas son <strong>de</strong> la mayor im<strong>por</strong>tancia.<br />

Al referir <strong>los</strong> hechos relativos a la pregunta: "¿Cuándo y <strong>por</strong> quién fue fraguada la Donación <strong>de</strong><br />

Constantino?" M. Gosselin, director <strong>de</strong>l seminario <strong>de</strong> St. Sulpice (París), dice: "Por bien que se haya<br />

probado la falsedad <strong>de</strong> ese documento, difícil es <strong>de</strong>terminar, con precisión, la época <strong>de</strong> dicha falsificación.<br />

M. <strong>de</strong> Marca, Muratori, y otros sabios críticos, opinan que fue compuesto en el siglo octavo, antes <strong>de</strong>l<br />

reinado <strong>de</strong> Carlomagno. Muratori cree, a<strong>de</strong>más, probable que haya podido inducir a aquel monarca y a<br />

Pipino a ser tan generosos para con la santa se<strong>de</strong>.— Gosselin, Pouvoir du pape au moyen âge (París,<br />

1845), pág. 717.<br />

Respecto a la fecha <strong>de</strong> las Decretales Pseudo-Isidorianas, véase Mosheim, Historie Ecclesiastice,<br />

Leipzig, 1755 (Histoire Ecclésiastique Maestricht, 1776), lib. 3, sig. 9, parte 2, cap. 2, sec. 8. <strong>El</strong> sabio<br />

historiador católico, el abate Fleury, en su Histoire Ecclésiastique (dis. 867<br />

4, sec. l) dice que dichas <strong>de</strong>cretales, "salieron a luz cerca <strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l siglo octavo." Fleury, que<br />

escribió casi a fines <strong>de</strong>l siglo diecisiete, dice, a<strong>de</strong>más, que esas "falsas <strong>de</strong>cretales pasaron <strong>por</strong> verda<strong>de</strong>ras<br />

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