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El Conflicto de los Siglos por Elena de White [Nueva Ed.]

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

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<strong>El</strong> <strong>Conflicto</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> Sig<strong>los</strong><br />

<strong>de</strong> 1813. En 1837, quedó constituida la junta Presbiteriana. (Véase Fisher, History of the Christian<br />

Church, período 9, cap. 7, párrs. 325.)<br />

<strong>El</strong> Dr. A. T. Pierson, en un artículo publicado en la Missionary Review of the World, número<br />

correspondiente a enero <strong>de</strong> 1910, <strong>de</strong>clara: "Hace medio siglo, China y Manchuria, Japón y Corea,<br />

Turquía y Arabia, y hasta el dilatado continente africano, dormían —naciones ermitañas, encerradas en<br />

la calma <strong>de</strong> largo aislamiento y exclusión. <strong>El</strong> Asia central estaba comparativamente inexplorada, lo<br />

mismo que el África central. En muchos países ni se le disputaba a Satanás su larga permanencia ni su<br />

imperio. Los países papales eran tan intolerantes como <strong>los</strong> paganos; Italia y España encarcelaban a quien<br />

se atrevía a ven<strong>de</strong>r una Biblia, o a predicar el Evangelio. Francia era <strong>de</strong> hecho incrédula, y Alemania<br />

estaba imbuída <strong>de</strong> racionalismo; y en gran parte <strong>de</strong>l campo misionero, las puertas estaban cerradas y<br />

con<strong>de</strong>nadas <strong>por</strong> un exclusivismo y un sistema <strong>de</strong> castas más o menos rígido, Ahora <strong>los</strong> cambios, <strong>por</strong><br />

todas partes, son tan notables y radicales que, cualquiera que saliese <strong>de</strong> pronto <strong>de</strong> aquel período <strong>de</strong><br />

mediados <strong>de</strong>l siglo pasado, ... no reconocería al mundo. <strong>El</strong> que guarda las llaves <strong>de</strong> las puertas las ha<br />

estado abriendo para hacer a todos <strong>los</strong> países accesibles para <strong>los</strong> mensajero <strong>de</strong> la cruz. Hasta en la Ciudad<br />

Eterna, don<strong>de</strong>, hace medio siglo, un visitante tuvo que <strong>de</strong>jar su Biblia fuera <strong>de</strong> <strong>los</strong> muros, hay ahora más<br />

<strong>de</strong> veinte capillas protestantes, y las Sagradas Escrituras tienen libre circulación."<br />

Página 373. Fechas Proféticas.— Los hechos históricos y cronológicos relativos a <strong>los</strong> períodos<br />

proféticos <strong>de</strong> Daniel 8 y 9, inclusas muchas pruebas evi<strong>de</strong>ntes que indican <strong>de</strong> modo indubitable que fue<br />

el año 457 ant. <strong>de</strong> J. C. la fecha exacta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la que <strong>de</strong>ben empezar a contarse estos períodos proféticos,<br />

han sido expuestos con claridad <strong>por</strong> muchos investigadores <strong>de</strong> la profecía. Véase Stanley Leathes, Old<br />

Testament Prophecy, conferencias 10, 11<br />

(Conferencias <strong>de</strong> Warburton para 1876-1880) ; W. Goo<strong>de</strong>, Fulfilled Prophecy, sermón 10,<br />

inclusive Nota A (Conferencias <strong>de</strong> Warburton para 1854-1858) A. Thom, Chronology of Prophecy, págs.<br />

26-106 (Londres, 1848) Sir Isaac Newton, Observations upon the Prophecies of<br />

Daniel, and the Apocalypse of St. John, cap. 10 (ed. <strong>de</strong> Londres, 1733, págs. 128-143) Urías Smith,<br />

Daniel y el Apocalipsis, tomo 1, caps. 8, 9; L. R. Conradi, Los Vi<strong>de</strong>ntes y lo Porvenir, parte 1, caps. 8,<br />

9 (págs. 129-179). En cuanto a la fecha <strong>de</strong> la crucifixión, véase W. Hales, Analysis of<br />

Chronology, tomo 1, págs. 94-101; tomo 3, págs. 164-258 (segunda ed. <strong>de</strong> Londres, 1830). Página<br />

376. FECHAS PROFÉTICAS.— Véase la nota <strong>de</strong> la página 373. Página 383. CAÍDA DEL IMPERIO<br />

OTOMANO.— Por más <strong>de</strong>talles relativos a la predicha caída <strong>de</strong>l imperio turco en el curso <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong><br />

agosto <strong>de</strong> 1840, véase J. Litch, The Probability of the Second Coming of Christ about A. D. 1843 (obra<br />

publicada en junio <strong>de</strong> 1838); J. Litch, An Address to the Clergy (publicada en el verano <strong>de</strong> 1840; en<br />

1841 se publicó una segunda edición con datos históricos en apoyo <strong>de</strong> <strong>los</strong> cálcu<strong>los</strong> anteriores <strong>de</strong>l período<br />

profético que se extien<strong>de</strong> hasta la caída <strong>de</strong>l imperio otomano) ; el Advent Shield and Review, tomo 1<br />

(1844), No. 1, art. 2, págs. 56, 57, 59-61 ; J. N. Loughborough The Great Advent Movement, págs. 129-<br />

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