05.07.2020 Views

3. Niños de Todo el Mundo

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

hermanos se han ido y te han dejado otra vez? Corre a casa

a buscar un libro para leer. ¿No te va bien? Entonces, ¿por

qué no pides a Patricia que juegue contigo ?

—¡Oh no! Siempre estás con lo mismo. Yo no soy afeminado.

¡Jugar con una chica! ¿Qué te has creído?

Así, que volvía a su casa a dar patadas a una pelota o

a comer una manzana o a arrojar cerezas a las urracas; o

bien levantaba la cortina y apoyándose en el antepecho de

la ventana se dedicaba a mirar. Desde allí podía ir mirando

la habitación de cristal. A veces el trozo puntiagudo del techo

donde los cristales se unían al alero la hacía parecer

imponente como una iglesia. Quizás lo fuera; nunca se sabe.

Quizás pedían a Dios que les perdonara por ser tan pecadores,

lo cual para Rodney era una cosa muy extraña por

parte de los adultos puesto que él nunca había visto a ninguno

de ellos sacando la lengua o tirando de las coletas o

jugando en el barro con la ropa del domingo.

Otras veces, muy temprano por la mañana, la luz del

sol resplandecía en los cristales y la habitación parecía más

extraña todavía, como si fuera una estrella que hubiera caído

en tierra mientras él dormía. Por la noche, cuando se

encendían las luces, antes de que bajaran las cortinas, era

hermoso, muy hermoso. Era como un palacio en el cielo,

como si en su interior los suelos fueran de mármol y los

tiradores de las puertas fueran de oro, como si Patricia no

tomara su cena como cualquier persona normal, sino que

cenara fuera del alcance de la vista en una mesa muy larga

mientras tigres, leopardos y perros con manchas merodeaban

a su alrededor, ronroneando.

Era terrible no poder ver todo lo que ocurría allí

dentro.

Incluso cuando subía al tejado de su casa no podía ver

nada. Y si trepaba a un pino, no podía ver mucho más porque

las urracas estaban allá arriba y no le dejaban subir

muy alto. Esas viejas urracas tenían un nido allá arriba y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!