05.07.2020 Views

3. Niños de Todo el Mundo

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Ei maestro decidió hablar con Kniajín. Por casualidad,

a q u e lla misma tarde tropezó con é l. Se encontraba frente al

mostrador de una librería cuando de pronto oyó una voz

conocida.

—¿Tienen ustedes algo nuevo hoy? —oyó que preguntaban.

-Escucha -dijo la dependienta- No esperes algo nuevo

todos los días. ¿Por qué no vienes solamente un par o

tres de veces a la semana?

El maestro miró a su alrededor para ver con quien hablaba.

Allí estaba Kniajin. Había algo nuevo en él, pero el

maestro no se dio cuenta hasta que advirtió que el chico

llevaba lentes. Unos pequeños lentes, de niño, con franja de

metal. Kniajin se ruborizó; mejillas, orejas, incluso la nariz

se le pusieron como la púrpura.

—Ah, eres tú —dijo el profesor. Pero no tuvo tiempo de

añadir una sola palabra más; el muchacho dio media vuelta

y se marchó. El maestro corrió tras él.

—¡Kniajin! —gritó—. ¡Espera, Kniajin!

Un hombre miró sorprendido al maestro que corría y

una mujer gritó:

—¡Paren a este chico!

Sólo entonces se detuvo Kniajin. Sin mirar al maestro,

se quitó las gafas y dejó caer la cabeza.

—¡Un chico listo como tú no tiene por qué avergonzarse

de llevar gafas! ¡Deberías saberlo! No te ofendas, pero,

en mi opinión, te estás portando como un estúpido.

Kniajin siguió callado.

—¡Correr por algo así! Levushkin me dijo que se trataba

de “un gran problema”. ¡Tonterías!

Kniajin levantó la vista y comenzó a hablar con voz

ahogada.

—Ya no me aceptarán como piloto. Me enteré que no

admiten a los cortos de vista. Nunca podré volar en naves

espaciales. ¡Detesto estas gafas!

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!