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COMO SE VE EN TI' 209<br />
de hecho el Estado de bienestar estadounidense al quitarlo de entre <strong>la</strong>s tareas<br />
federales, mientras que <strong>la</strong> única vez que Robin Cook, el canciller del Reino<br />
Unido, estuvo a milímetros de verse obligado a presentar su renuncia fue cuando<br />
<strong>la</strong> prensa sensacionalista reveló su infidelidad matrimonial, y no cuando<br />
permitió <strong>la</strong> venta de armamento de industria británica a un gobierno responsable<br />
por <strong>la</strong> masacre de sus sujetos.<br />
Si no hay lugar para <strong>la</strong> idea de una <strong>sociedad</strong> equivocada, difícilmente haya<br />
demasiadas posibilidades de que surja <strong>la</strong> idea de una buena <strong>sociedad</strong>, y menos<br />
aún de que cause algún revuelo. Si <strong>la</strong> percepción de <strong>la</strong> injusticia social es<br />
el embrión del que surgen los modelos para una <strong>sociedad</strong> justa, <strong>la</strong> percepción<br />
de <strong>la</strong> ineptitud personal sólo es capaz de producir un modelo de aptitud personal,<br />
astucia individual y versatilidad. El gran logro de los medios, al ayudar<br />
a darle al Lebenswelt <strong>la</strong> forma del mundo "como se ve en TV", es acelerar y facilitar<br />
<strong>la</strong> sustitución de <strong>la</strong> política como emprendimiento colectivo por <strong>la</strong>s políticas<br />
de vida, es decir por <strong>la</strong> búsqueda individual.<br />
Autoridadfrente a ido<strong>la</strong>tría<br />
La política con mayúscu<strong>la</strong> requiere líderes con autoridad. Las políticas de vida,<br />
por el contrario, necesitan ídolos. La diferencia entre unos y otros no podría<br />
ser mayor, a pesar de que a algunos líderes se los ido<strong>la</strong>tre, y de que a veces<br />
los ídolos se arroguen autoridad a partir de <strong>la</strong> masividad de su culto.<br />
La política es muchas cosas a <strong>la</strong> vez, pero difícilmente podría ser alguna<br />
de esas cosas si no fuera en primer lugar el arte de traducir problemas individuales<br />
en asuntos públicos, e intereses comunes en derechos y obligaciones<br />
individuales. Los líderes son expertos en ese tipo de traducción. Les dan un<br />
nombre público (genérico) a problemas individuales, con lo que sientan <strong>la</strong>s<br />
bases para un manejo colectivo de problemas que no podrían ser percibidos<br />
desde el interior de <strong>la</strong> experiencia individual, ni enfrentados por su cuenta<br />
por los individuos. A <strong>la</strong> vez, proponen lo que los individuos podrían o deberían<br />
hacer para que <strong>la</strong> acción colectiva fuera efectiva. Los líderes esbozan y<br />
promueven ideas de una buena <strong>sociedad</strong>, o de una <strong>sociedad</strong> mejor, de justicia<br />
social, o de una justicia más justa de <strong>la</strong> hasta aquí conocida, de una manera<br />
de vivir en comunión, o de una vida compartida más humana que <strong>la</strong> vivida<br />
hasta el momento. Y, otra vez, proponen qué es lo que habría que hacer<br />
para obtener estos logros.