Reconfigurando territorios

144
FUNDACIÓN TIERRA
Caso 1. La TCO Pilón Lajas y su relación
con el SERNAP
A inicios de la década de los 80, en medio de
una intensa actividad económica en torno a la
explotación de los recursos naturales en territorios
indígenas, comenzó el despertar de las
organizaciones indígenas de tierras bajas a través
de la conformación de la Confederación de
Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano, (CI-
DOB). Los pueblos indígenas, movidos por la
necesidad de exigir el reconocimiento de sus
derechos en torno a su propio territorio y ante
los atropellos de las empresas extractivas, emprendieron
la histórica Primera Marcha por el
Territorio y la Dignidad en 1990. Resultado de
esta primera gran movilización en tierras bajas,
respecto a los derechos colectivos sobre el territorio,
se consiguen los territorios indígenas
vía decreto supremo, por lo tanto con títulos legalmente
muy frágiles. Habrá que esperar seis
años y una segunda marcha indígena para que
se reconocieran las Tierras Comunitarias de
Origen (TCO) gracias a la Ley INRA o 1715 de
1996. Paralelamente a este hecho significativo
se crearon áreas protegidas. En el norte de La
Paz se encuentran dos de las mayores reservas
naturales del país, Madidi y Pilón Lajas, que
fueron creadas con el fin de establecer áreas libres
de explotación de recursos naturales y destinadas
a la conservación de los recursos que
componen la biodiversidad (Ley de Medio Ambiente
Nº 1333). Estos espacios son administrados
por el Estado mediante el Servicio Nacional
de Áreas Protegidas (SERNAP), creado por
DS Nº 25158 en 1998.
En tierras bajas hay 22 TCO que se sobreponen
a 13 áreas protegidas. 2 Esta sobreposición supone
una co-administración entre comunidades
indígenas y el propio Estado. Puede suceder
que al interior de algunas áreas protegidas
se encuentren varios pueblos indígenas o que
ocupen la misma superficie, como por ejemplo
en el caso del Territorio Indígena y Parque Nacional
Isiboro Sécure (TIPNIS) y en la Reserva
Biosfera y Tierra Comunitaria de Origen Pilón
Lajas. Son los dos casos más importantes de lo
que podríamos llamar co-gestión entre el Estado
y los pueblos indígenas. 3
En el caso de Pilón Lajas, una primera demarcación
del territorio la hizo la UNESCO en
1977, al declararla Reserva de Biosfera (RB), en
el marco del programa Hombre y Biosfera, con
una superficie de 400.000 hectáreas. 4 Recién en
1992, mediante DS Nº 23110 5 se creó el Territorio
Indígena y Reserva de la Biosfera Pilón
Lajas, sobre la misma superficie asignada por
la UNESCO y en 1997 –en el marco de la Ley
INRA- fue titulada como Tierra Comunitaria
de Origen a nombre del Consejo Regional Tsimane
Mosetene (CRTM) con un propósito doble:
reconocer los derechos de las comunidades
originarias Mosetén y Tsimane ahí asentadas y
preservar la biodiversidad e integridad genética
de la flora y la fauna. 6 La política nacional de
protección y conservación del medio ambiente
2 Mapeo de los recursos forestales en las TCO de tierras bajas, Viceministerio de Tierras, Unidad de Gestión Territorial
Indígena, 2008.
3 Ibid.
4 “Las reservas de biosfera son sitios reconocidos por la UNESCO en el marco de su Programa sobre el Hombre y la Biosfera que
innovan y demuestran la relación entre conservación y desarrollo sostenible. Evidentemente, estos sitios se encuentran bajo la
jurisdicción soberana de los Estados en los que están situados, pero comparten sus ideas y experiencias a nivel nacional, regional
e internacional en el seno de la Red Mundial de Reservas de Biosfera. Actualmente existen 553 sitios repartidos en 107 países”.
www.unesco.org
5 Este Decreto Supremo junto a otros siete, constituyen los primeros antecedentes políticos y jurídicos, posteriores a la
Reforma Agraria de 1953, que dan inicio a la discusión nacional sobre la necesidad de establecer una nueva forma de
propiedad colectiva de las tierras indígenas.
6 Plan de manejo – Plan de vida, Reserva de la biosfera – Tierra Comunitaria de Origen Pilón Lajas, 2007-2017.