Reconfigurando territorios

RECONFIGURANDO TERRITORIOS 163
otras áreas y se firmaron compromisos con
los ministros, pero el tema de hidrocarburos
seguía haciéndose esperar, aspecto que la empresa
petrolera demandaba, por su parte; los
indígenas argumentaban que se les dio muy
poco tiempo para este procedimiento. Desde
un principio los indígenas aclararon que no
estaban en contra de la exploración en el norte
de La Paz, pero que necesitaban determinar
las mejores condiciones en las que se vaya a
llevar a cabo, debido a las experiencias pasadas
con otras empresas.
Lastimosamente, ni las organizaciones indígenas,
ni los funcionarios del gobierno tuvieron
la capacidad necesaria de negociar las mejores
condiciones para satisfacer las necesidades e
intereses de ambos y lidiar con la demanda del
otro, por lo que se optó por realizar las consultas
directamente a las comunidades, pasando
por encima de la organización CPILAP y sus
afiliadas OPIM y PILCOL. Esto generó la ruptura
irreversible de la negociación. Como resultado,
se dio una serie de conflictos al interior de
las propias comunidades, y se estaría generando
una crisis de legitimidad de la propia organización
en todas las comunidades y en consecuencia
la intromisión por parte de la empresa
a su territorio afectaría aún más la situación.
2. La consulta inconsulta
El 1º de julio de 2009 los ministerios de Hidrocarburos
y Medio Ambiente entregaron la
licencia ambiental a Petroandina, para iniciar
la Fase 2, que corresponde a la consulta en los
territorios indígenas. El 2 de julio, el presidente
de la CPILAP, José Ortiz, junto con otros representantes
de los ochos pueblos indígenas que
conforman el CPILAP presentaron ante el Ministerio
de Hidrocarburos la impugnación a la
otorgación de la licencia a Petroandina, argumentando
que la consulta y participación a los
pueblos indígenas no se había hecho de forma
regular.
En una conferencia de prensa representantes de
CPILAP junto a los presidentes de las 8 organizaciones
que la componen, denunciaron una
serie de irregularidades en las comunidades:
“El problema que tenemos es por la consulta y
participación, como dirigentes hemos tratado
que se cumpla los pasos de la consulta, sin embargo,
a raíz de eso, el Ministerio de Hidrocarburos,
sus técnicos son los que hacen el trabajo
de la consulta, pasaron por encima del directorio.
Pese a que se intentó hacer el recorrido de
las comunidades, pero mas bien han empezado
a comprar a los dirigentes, por eso tenemos dirigentes
de comunidades que no están en la línea
de lo que queremos. Por eso pedimos que se
cumplan estos pasos y estas normas”. 52
La acusación está referida a la comunidad de
Covendo, cuyo cacique Enrique Romero había
solicitado a los técnicos del Ministerio de
Hidrocarburos que se realice la consulta en su
comunidad, lo que generó confusión entre los
comunarios. En el otro polo del conflicto se
encuentra la comunidad Simay, cuyo cacique
Daniel Gigasi rechazó que la consulta se haga
en su comunidad. En el resto de las comunidades,
aunque con poca participación de sus
autoridades se logró llevar a cabo la consulta.
El cacique de Covendo, Romero, argumentó
que las comunidades se oponían a la consulta
porque pensaban que no les llegarían los beneficios
por no estar en el área de las líneas
sísmicas:
“Hay una situación, tal vez esto sea interpretado
diferente en todo lado, pero el divisionismo
no existe en temas de cultura o convivencia.
Solo es en el tema del petróleo, porque pensaron
que no les tocó la línea, pensaron que no les
iba a llegar beneficio y se mantuvieron con una
postura. En Simay ciertas personas, ciertos dirigentes,
pusieron en contra una decisión de todas
las comunidades. Veo que hay personas que
quizás no me quieran a mí, hay rencillas, dicen
52 Conferencia de Prensa de CPILAP, ciudad de La Paz, julio de 2009.