Reconfigurando territorios

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FUNDACIÓN TIERRA
TIPO DE
PROPIEDAD
¿Cómo se
resuelven los
problemas
por tierras?
Solar
Campesino
Deben ser resueltos
por los
jueces agrarios
o las autoridades
originarias
vía conciliación
PROPIEDADES INDIVIDUALES
Pequeña
Propiedad
Deben ser resueltos
por los
jueces agrarios
o las autoridades
originarias
vía conciliación
Mediana
Propiedad
Deben ser resueltos
por los
jueces agrarios
Empresa
Agropecuaria
Deben ser resueltos
por los
jueces agrarios
PROPIEDADES COLECTIVAS
Comunidad
Campesina y
Originaria
Deben ser
resueltos por
las autoridades
originarias
Tierra
Comunitaria
de Origen
Deben ser
resueltos por
las autoridades
originarias
¿Otorga derechos
de uso sobre
los recursos
NO NO NO NO SI SI
naturales?
Fuente: Fundación TIERRA – Regional Altiplano, ¿Titulación Individual o colectiva?, Cartilla 2, La Paz, 2007.
En consecuencia, la CPE nos pone ante dos retos
centrales. Uno, precisar las formas de propiedad
colectiva o comunitaria que una nueva ley de tierras
debería reconocer y su relación con los derechos
colectivos establecidos a favor de las naciones
y pueblos indígena originario campesinos y,
dos, interpretar el reconocimiento constitucional
de “complementariedad entre derechos colectivos
e individuales” como un sistema de propiedad
de la tierra congruente con el régimen de
tenencia y uso de la tierra existente en las tierras
altas. En otras palabras, ambos retos resultantes
de la CPE responden a la necesidad de escapar
de la dicotomía de derechos individuales o, de
forma excluyente, derechos colectivos.
4. Conclusiones
Las grandes clasificaciones de la propiedad
privada de la tierra en propiedad colectiva o
comunitaria y propiedad individual se han
mantenido constantes en las normativas agrarias
desde la Reforma Agraria de 1953. Hasta
antes de la Ley INRA de 1996 en la práctica la
propiedad colectiva coexistió con la propiedad
individual a través de los títulos de propiedad
individual, proindivisos y colectivos emitidos
por el Estado sin que existiese una intención jurídica
explícita por separarlos. Muchos pequeños
propietarios o comunarios tenían título de
propiedad de sus tierras por doble partida, en
calidad de propiedad colectiva o comunitaria y
como propiedad individual/familiar.
La Ley INRA de 1996 distingue dos tipos de
propiedad colectiva: las Tierras Comunitarias
de Origen (TCO) y la Propiedad Comunaria,
la primera orientada a reconocer derechos territoriales
a los pueblos indígenas de tierras
bajas y la segunda para el reconocimiento de
los derechos de propiedad colectiva especialmente
de las comunidades de exhacienda de
las tierras altas. Adicionalmente anula la titulación
por doble partida de una misma parcela
de tierra titulada como propiedad individual
y, a la vez, como parte de una propiedad colectiva.
Esta concepción del derecho de propiedad
de la tierra como derecho exclusivo o
excluyente no fue obstáculo para que la titulación
de TCO haya sido masiva desde el principio,
inicialmente en tierras bajas a favor de
los pueblos y naciones indígenas minoritarias
pero que los últimos años también atrajo el interés
de los guaranís del Chaco y de aymaras y
quechuas de tierras altas. La reforma después
de 10 años de la Ley de 1996 mediante la Ley
de Reconducción Comunitaria, reforzó y priorizó
el saneamiento de TCO en concordancia
con las exigencias internacionales de reconocimiento
de derechos territoriales preferentes
para pueblos indígenas minoritarios y en situación
de vulnerabilidad.