Reconfigurando territorios

RECONFIGURANDO TERRITORIOS 83
ción de creciente escasez y mayor demanda de
tierras por la población también en aumento,
existe una tendencia cada vez más común a
intentar parcelar, individualizar y redistribuir
los derechos propietarios colectivos de las aynuqas.
11 Esta idea es defendida especialmente
por los jóvenes, como una forma de acceder a
más tierras y hacer más justa la distribución de
tierras en la comunidad.
Asimismo, de manera frecuente en algunas
comunidades del altiplano norte de La Paz, al
inicio del proceso de Reforma Agraria de 1953,
se conformaron cooperativas productivas con
propiedades colectivas involucrando a algunos
comunarios, pero no a todos. De estas cooperativas
ninguna subsiste en la actualidad y esas
tierras comunales han sido parceladas y divididas
sólo entre los miembros de las cooperativas.
Las personas que no participaban de estas
organizaciones reclaman ahora por una distribución
más justa de esas tierras de la comunidad
para todos sus miembros.
4.6 Conflictos por arrendamiento de tierras
Ante la falta de tierras disponibles tanto en el altiplano
como en los valles, la gente busca otras
formas de acceder a la tierra, sino bajo la modalidad
de propiedad, al menos como posibilidades
de uso. Es así que el alquiler y otras formas de
arrendamiento de tierras como la producción al
partir y las medianerías son cada vez más comunes
en estas regiones. En el altiplano, es cada vez
más usual que los residentes alquilen sus parcelas
a miembros de la comunidad.
Los conflictos se dan porque la mayoría de
estos acuerdos de arrendamiento se hacen de
manera informal y adicionalmente, no están
normados ni regulados por ninguna disposición
de tipo legal estatal o por ninguna práctica
comunal. Esto se debe a que la ley civil prohíbe
expresamente el arrendamiento de tierras para
la pequeña propiedad 12 y porque son procesos
relativamente nuevos en las comunidades.
Esta situación permite que en algunos casos,
comunarios que arriendan una parcela desde
hace varios años puedan pretender constituirse
en poseedores de la misma para eventualmente
convertirse en propietarios con el saneamiento
legal, afectando así los derechos del propietario
original. Ante esta perspectiva, los propietarios
de tierras disponibles dejan de alquilarlas, limitando
con ello las posibilidades de familias jóvenes
sin tierra suficiente; o en su caso, sólo las
dan en arriendo por periodos cortos, uno o dos
años máximo, tiempo que no es suficiente como
para generar condiciones de desarrollo para la
familia. En resumen, en estas regiones de altiplano
y valles de Bolivia, el alquiler de la tierra
entre comunarios o entre campesinos es generalmente
por muy cortos períodos de tiempo y
reviste una buena dosis de inseguridad jurídica
para ambas partes. En cambio, el alquiler de la
tierra en el oriente del país, especialmente en
el departamento de Santa Cruz, es un práctica
muy generalizada: beneficiarios de grandes dotaciones
de tierras fiscales desde la época de la
Reforma Agraria de 1953 casi no trabajan sus
tierras pero las alquilan a inversionistas de Brasil,
Perú y la Argentina, especialmente para el
cultivo de soya y otras oleaginosas. El mercado
de alquiler de la tierra ha creado una gran
expectativa de ingresos de las elites del oriente,
ante la creciente demanda mundial de agro
combustibles.
4.7 Conflictos por manejo de áreas colectivas
sin autorización
Tanto en el altiplano como en valles, cuando la
organización comunal es débil, a veces, ante la
11 Plata, Wilfredo (sistematizador), Construyendo pactos comunales en torno a la tierra. La experiencia de saneamiento interno en
Jach’a Hilata. Fundación TIERRA, www.ftierra.org, La Paz – Bolivia, febrero 2009.
12 Art. 214 del Código Civil boliviano: (PROHIBICIÓN DE EXPLOTAR LA TIERRA INDIRECTAMENTE). El arrendamiento,
la aparcería, la medianería y cualquier otro sistema de explotación indirecta de la tierra, no serán admitidos en
la pequeña propiedad ni en el solar campesino.