Reconfigurando territorios

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FUNDACIÓN TIERRA
y medio de actividades, con énfasis en los resultados
prácticos como la adquisición de mobiliarios
de oficina, computadoras y maquinarias
de construcción para proyectos y obras
municipales (Entrevistas: 15 de noviembre de
2006). Sin embargo, si bien las nuevas autoridades
municipales lograron establecer una
gradual y progresiva práctica administrativa,
distintas circunstancias frecuentemente les
obligan aún a dejar de lado las aspiraciones
de incorporar las prácticas y procedimientos
comunales. En términos simbólicos, una cuestión
clave para MACOJMA y las nuevas autoridades
municipales era la ubicación física
de la nueva casa municipal. MACOJMA había
determinado que la casa municipal no se construyera
en la plaza central del pueblo de Jesús
de Machaca por ser considerado como el sitio
simbólico del poder colonial y mestizo ya que
es allá donde se encuentra hasta hoy la iglesia
colonial y las casas de las elites mestizas
actualmente con muy pocos ocupantes. Pero
debido a falta de recursos financieros, hasta
el año 2009 la oficina del gobierno municipal
no tuvo más remedio que instalarse en una
inmueble estatal vacante, justo al frente de la
iglesia colonial. Recientemente, un financiamiento
estatal extraordinario (programa Evo
cumple) permitió que finalmente hayan construido
una casa municipal en las afueras del
pueblo de Jesús de Machaca.
La contratación de los nuevos funcionarios
municipales también ha conllevado dificultades.
El Cabildo quería que el personal estuviese
compuesto íntegramente por machaqueños
aymara hablantes capaces de comunicarse con
todos los comunarios, con vivencia y profundo
conocimiento de la región. Querían que una
característica del “municipio indígena” fuese
un plantel personal compuesto por indígenas.
Sin embargo, la necesidad de personal calificado
técnicamente demostró ser incompatible
con el deseo de contratar solamente a miembros
de la comunidad. De los diez funcionarios
contratados para la administración municipal,
sólo el más alto funcionario administrativo y
tres funcionarios jóvenes de apoyo eran oriundos
de Jesús de Machaca. Los otros siete eran
castellano hablantes de la ciudad de El Alto. Al
mismo tiempo, es importante reconocer que
los funcionarios municipales no fueron contratados
de acuerdo al “cuoteo político” (práctica
propia de las autoridades electas para contratar
a sus partidarios por favores políticos), una
práctica casi institucionalizada en todos los
municipios.
El principal desafío priorizado por los nuevos
funcionarios municipales fue la necesidad de
aprender y cumplir las complejas y estrictas
leyes estatales de regulación de los gobiernos
municipales. En respuesta a los problemas generalizados
de corrupción y mala gestión administrativa
en los años posteriores a la Ley de
Participación Popular de 1994, el Estado puso
en vigencia un conjunto cada vez más denso
de leyes y mecanismos de control para la lucha
contra la corrupción y la mala gestión municipal.
En Bolivia existe un compendio en dos volúmenes
de leyes y normas administrativas para
los gobiernos municipales, con 112 leyes específicas
y decretos, disposiciones que llenan más
de 1.500 páginas. Para recibir las transferencias
de recursos de descentralización, los gobiernos
municipales tienen que cumplir con rigurosos
procedimientos de presentación de informes
financieros y asignación de porcentajes específicos
de sus ingresos a distintas partidas presupuestarias
como educación, infraestructura y
salud. Si bien el rígido sistema de regulación y
control puede ser necesario y viable en municipales
grandes, simplemente en el caso de Jesús
de Machaca va más allá de la capacidad de sus
funcionarios de llevar una efectiva gestión, limitándose
a esperar que el incumplimiento de
la maraña de normas y reglamentos no provoque
un castigo estatal serio. Por otra parte, una
consecuencia fundamental de este marco jurídico
es la limitación que impone a la autonomía e
iniciativa de Jesús de Machaca para incorporar
en la lógica administrativa aquellas prácticas
propias del gobierno comunal. De hecho, a tan
sólo un año de la creación del nuevo municipio,
las autoridades del Cabildo comenzaron a preguntarse
si el objetivo de formar un “municipio