Reconfigurando territorios

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FUNDACIÓN TIERRA
de la zona descrita, la situación del afiliado es
un poco distinta. En el altiplano la costumbre
ha sido, de manera general, mantener estable el
número de afiliados registrados desde la época
de la Reforma Agraria, en el sentido de que la
pequeña propiedad no se puede formalmente
dividir y por lo mismo no se puede registrar
más afiliados. Esto ha significado que cada afiliado
sea el titular de derechos y obligaciones
ante la comunidad representando a los comunarios
y comunarias de su familia que, según
acuerdos internos a nivel familiar, trabajan en
las parcelas dotadas en tiempos de la Reforma
Agraria.
En las comunidades aymaras del altiplano norte
de La Paz, otro actor determinante es el que
se conoce como residente, que es la persona que
habiendo nacido en la comunidad, vive de manera
estable en la ciudad, pero mantiene vínculos
de parentesco y conserva derechos propietarios
sobre sus parcelas en su comunidad
de origen, las cuales son ocasionalmente o cotidianamente
trabajadas para cumplir la Función
Social ante la comunidad. 8 Normalmente se trata
de personas para las cuales la agricultura es
adicional y secundaria a su principal fuente de
ingresos que ya es urbana. Mantienen el lazo
con la comunidad y sus derechos propietarios
sobre la tierra principalmente por el valor simbólico
que tiene y la necesidad de pertenencia
a un colectivo étnico local que confirma parte
de su identidad como personas individuales y
colectivas al mismo tiempo.
En comunidades quechuas de Chuquisaca
Centro y Norte se tiene al renuente, que es
aquella persona que tiene tierras en la comunidad,
se halla afiliada a la misma y que sin
embargo, por diversas razones, decide ya no
participar en la vida comunal: deja de cumplir
con sus cuotas y con los trabajos comunales,
deja de asistir a las reuniones comunales, deja
de vivir “en comunidad”. Al comportarse de
esta manera, el renuente ya no reconoce a la
organización comunal como el referente social
para la regulación de la vida en la comunidad,
como el espacio natural de convivencia.
La consecuencia inmediata es que el renuente
ya no considera a la organización como el ente
legítimo para la solución de conflictos por la
tierra y acude en su reemplazo, a instancias
estatales como la justicia agraria o la policía.
Generalmente el renuente es alguien que tiene
cierta independencia económica, lo que le
permite, en caso de ser necesario, recurrir a la
justicia ordinaria.
Asimismo, a diferencia del altiplano, donde
estas categorías no existen, en las comunidades
quechuas de Chuquisaca Centro y Norte
se tiene también al no afiliado que es aquella
persona que, teniendo tierras en la comunidad,
nunca se ha afiliado a la misma y por lo tanto
no participa de la vida comunal. Generalmente
se trata de personas que no provienen de la
misma comunidad, incluso puede tratarse de
gente del pueblo cercano o de la ciudad. La figura
del no afiliado puede ser comparada con
la del tercero en las Tierras Comunitarias de
Origen de tierras bajas, vale decir, alguien ajeno
a la comunidad pero que tiene tierras dentro
de ese territorio. Al igual que el renuente,
el no afiliado no goza de la protección de la
comunidad porque no participa en ella, sus
derechos propietarios no están garantizados
por la organización comunal, entonces necesita
más que sus vecinos del reconocimiento
estatal de esos derechos, vale decir, la regularización
de sus derechos propietarios mediante
un título ejecutorial de propiedad individual
sobre la tierra.
8 Colque, Gonzalo, “Normas consuetudinarias y formales sobre la tierra”, en Miguel Urioste, Rossana Barragán y Gonzalo
Colque, Los nietos de la Reforma Agraria. Tierra y comunidad en el altiplano de Bolivia. Fundación TIERRA, La Paz –
Bolivia, 2007.
Otra definición establece que “los residentes son personas que migran a los centros urbanos en la búsqueda de mejores
estrategias de subsistencia, pero aún mantienen su derecho propietario de la tierra en la comunidad.” Plata, Wilfredo
(sistematizador), Construyendo pactos comunales en torno a la tierra. La experiencia de saneamiento interno en Jach’a
Hilata. Fundación TIERRA, www.ftierra.org, La Paz – Bolivia, febrero 2009.