Sexualidad y Política en América Latina - Sexuality Policy Watch
Sexualidad y Política en América Latina - Sexuality Policy Watch
Sexualidad y Política en América Latina - Sexuality Policy Watch
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
adica <strong>en</strong> la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a asociarlo con los sectores islámicos 124 . Irónicam<strong>en</strong>te disociado<br />
del orig<strong>en</strong> cristiano, el término com<strong>en</strong>zó a aplicarse al Islam con el significado,<br />
<strong>en</strong>tre otros, de ser una religión <strong>en</strong> oposición a la modernidad. Esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />
se int<strong>en</strong>sificó con la geopolítica inaugurada a partir del 11 de septiembre ya que<br />
términos como ‘terrorismo’ o ‘fundam<strong>en</strong>talismo’ son parte de las retóricas de guerra<br />
inauguradas que se usan para otrorizar al Islam.<br />
Si bi<strong>en</strong> puede argum<strong>en</strong>tarse que <strong>en</strong> una región como la latinoamericana la<br />
otrorización no constituye un riesgo significativo, las políticas emancipatorias de la<br />
sexualidad necesitan, también, ser p<strong>en</strong>sadas más allá de los límites regionales. En<br />
este s<strong>en</strong>tido, aunque el término resu<strong>en</strong>e difer<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Latinoamérica, es inevitable<br />
conectarlo a una retórica internacional, a una geopolítica que atraviesa otras regiones<br />
y otros ejes de poder. En un mom<strong>en</strong>to donde la política emancipatoria de la<br />
sexualidad se inscribe de manera global, los riesgos de otrorización se int<strong>en</strong>sifican.<br />
De este modo, retóricas como fundam<strong>en</strong>talismo religioso requier<strong>en</strong> de una distancia<br />
crítica que permita <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der cómo, al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> ciertos contextos, las mismas<br />
pued<strong>en</strong> ser utilizadas para reforzar estereotipos marginando grupos <strong>en</strong> situación<br />
de desv<strong>en</strong>taja. Aunque parezca paradójico, esta necesidad de una mirada crítica no<br />
implica que las campañas y estrategias basadas <strong>en</strong> d<strong>en</strong>unciar y resistir los fundam<strong>en</strong>talismos<br />
religiosos deban ser abandonadas (después de todo son las principales<br />
instrum<strong>en</strong>tos políticos utilizados <strong>en</strong> def<strong>en</strong>sa de los DDSSRR). Sin embargo, es necesario<br />
una utilización crítica y no es<strong>en</strong>cializada de términos como fundam<strong>en</strong>talismo<br />
religioso. Más allá del valor estratégico que t<strong>en</strong>ga el uso del término (tanto para<br />
oponerse al activismo religioso conservador así como para lograr ag<strong>en</strong>das comunes<br />
al interior del feminismo y movimi<strong>en</strong>to por la diversidad sexual) es imprescindible<br />
<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der las limitaciones que implican 125 .<br />
4.b. Las políticas conservadoras de lo religioso como parte de la democracia<br />
Los modelos normativos fuertem<strong>en</strong>te influ<strong>en</strong>ciados por el secularismo dejan<br />
poco o ningún espacio para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der lo religioso como una parte legítima de las<br />
políticas de la sexualidad. Lo religioso corresponde a la esfera de lo privado, de lo no<br />
político y cualquier actuación <strong>en</strong> contrario pone <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia un insufici<strong>en</strong>te proceso<br />
de secularización (tanto de la política como del estado). El riesgo es, sin embargo,<br />
invisibilizar las mutaciones del activismo religioso conservador que, como se afirmó<br />
previam<strong>en</strong>te, también utiliza los canales abiertos por la democracia e instaura nuevos<br />
pliegues <strong>en</strong> las políticas de la sexualidad. Por ello, si bi<strong>en</strong> los análisis conectados a la<br />
laicidad captan ciertas formas políticas de lo religioso, <strong>en</strong> particular <strong>en</strong> Latinoamérica<br />
124 Ver publicaciones de AWID sobre fundam<strong>en</strong>talismos religiosos, <strong>en</strong> particular “Miradas Compartidas. Los y las<br />
activistas por los derechos de las mujeres defin<strong>en</strong> a los fundam<strong>en</strong>talismos religiosos” <strong>en</strong> .<br />
125 En el trabajo de AWID previam<strong>en</strong>te señalado se indican algunas de estas limitaciones y riesgos.<br />
<strong>Sexualidad</strong>, religión y política <strong>en</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> – Juan Marco Vaggione<br />
325