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AJJ. SAL. SARDINA. Entra sardina. Santa Fe. Entra mojarra queda sardina. Ojo boca, cométela una vez. Vieja, ruleros frescos, peste spray. Heno reseco. Comésela una vez, el favor. Cuello tortuga, maratón tortugas todas en poste quebradizo papel manteca hilos rojos violetas. Ruido intestinos mecánicos, otra vez vomita. Troque, vieja ¿cuánto será? ¿de diez? Osario penetrartumba plástica resucita medallón grande, cincuenta, bate alas, palanca cartílago de más manteca floja vuelta osario, comésela boca que lata ruge pero no mueve, hilera de mojarras hasta Sei Tu un kilo cuatro pesos, no mueve moverá hasta que boca tragues apócrifo medallón. Ñam, ñam, puaj. Vuelta osario rescatar de tumba medallón deslucido. Aullidos desde esquina Sei Tu y desde Cerrito y Bulnes, silbatos rehenes bajo chapas, hilera mojarras, lata ruge en pisotón al pedal. Eppur no si muove. Sardin has envejecido dando a ingesta medallones pérfidos. Doña sardina en trozos, colada, osario boca que traga, expectativa de congéneres. Vamos de nuevo, bigotes pecho celeste aureolas axilas llama. Córdoba. Ninfa en media coleta en pañoleta en medias rosa mosqueta da beber bocado blando máquina gustosa lengua de papel. Ninfa dueña lengua de papel. Alzarla desde acá. Treinta y seis. Treinta y cuatro. Con la pañoleta aún puesta alzada y colocada en la pirca. Correte ninfa te alzo con ambas manos con la ingle a la pirca. Oquedad, al dofón. Treinta. Alejate ninfa, tus carpetas, tu chupetín en la mano de guarangadas de pulseras de un macho que cree llevarte de la muñeca, muñeca a dónde vayas, treinta y cuatro con las mojarras que serán sardinas, treinta y seis con ninfa devora cuervo. Los lugares a los que vas huyendo de picotazos, siempre hay un hueco, al dofón. Treinta y siete con cuervo. Coqueteando con que te aguijoneen, con que no te aguijoneen, con que te arrebaten la pañoleta trofeo presa diadema juglar encantado canto cantado, sirena entre sardinas, tu cola dice que eres nuestra, treinta y seis sardinas, una sirena. Rica sal, ahora es rica la sal. Córdoba, tercer paso en la lata. Una vida media mañana recién tres pasos párpados sal en sistema que imprescindible ajj asco aire frescamente graso ceniciento las nubes grises afuera quince grados asesinato en local bailable ninfa que no que cuando quiso ¿pescador? este no se mueve y así no se puede, no se puede, cuando quiso las alas pegoteadas al piso con sudores otros, de ajenos, por la ventana ajj, no pudo, tres tipos, pero a esta, pero a esta, a esta no ha de verla más nadie, ninfa marina seca, sardinas, sardinas, sardinas ¿pescador?. Esquina erecta ¡ug! barra caliente congéneres gérmenes hola aquí te dejo la barra caliente otra vez apesto spray asco vainilla, hebras buscándole los orificios, cartera rechoncha, ¡ug! ¡sáquele algo! algún frasco pócimas vencidas, rodillo látex podrido, lana vuelve a respirar, cuando vuelve a respirar lana dirá sal, ropero por sal. Hilos del carbón cuello camisas olor, olor. Gracias por olor en lata ¿pescador?. Barra resbalosa. Morirse por la nariz entra la muerte violenta muda 30
pacífica de pronto detrás de los ojos y dos manos que lo asen como perlas y los dedos delante y el sueño pero es la muer ¡pescador! liente óvalos de pavos fantásticos y ocres y veo juanas ahogadas en ese cieno, pescador objetivo gordo caderazo, fuerte caderazo ha de ser. Ninfa ha roto, bajo vientre, enjuto vibrátil de partes y de todas, devorado por algún en canto, máquina con sus combustión sus queja sus fricción su vaivenes eléctricos pero ninfa ha rompe en pescador voy y llego si este no en una plegaria naranja y transparencia. Ruega pero no ha de buscarte nadie sólo si te encuentran en una plegaria no van a oír sólo si te encuentran. Caderazo al gordo. Imbécil caja de cerebro gordo. Sé lo que hacés, él y yo sé lo que hacés. Pero ese pedazo, oquedad falsa, vacío lleno de náusecas al dofón. Ese fragmento. Exequias de bruja que no está pero ha exequiado. Territorio de alfombra de goma. Batido odorante y tamiz cieno. Zona para dos pies. Vástagos huérfanos de endócrinos. Nobles e innobles. No neón. Dos pies que son los de este es mío. Gordo. Pescador, nadie ha de birlárteme, ahí va la respiración de este, ofrenda idéntica al desayuno. Pescador mira, ventana, brujas le mueven la ciudad cuadra a cuadra. Jugo barniz que este no ve, tampoco pescador pero pescador no siente pero este no ve pero este sí, jugo, sí, orín múltiple, barra viscosa pero se lleva todo uno a pesar no darse cuenta y entonces, tutela pescador, fin de la orgía entre sardinas bultos y trastes tetas y tetillas nucas y narices redepente brazo otro que no es barra caliente sino muerta y pendulosa maletín. Barba quince días. blanca. gris. Dos cuartos tres cuartos un entero. Tarda más en dos cuartos que en uno, tres, uno. Vuelve y los hoyos para los anzuelos se empupilan más pequeñas hay grasas nuevas, fin de semana. Costuras, también nuevas ¿mujer del pescador?. Vuelve a tres, poco, hoyos empupilan más grandes, reloj de oropel. Hueso peludo en peor barra caliente no tan viscosa no menos viscosa jamás el diente cobre partido en barra si bigotes pecho celeste aureolas axilas pedal pedal pedal, caña horizonte y no verá nucas verá salmones provocándole. – Che, cómo amaga la primavera, viejo. Ayer andaba de camisa mangas cortas y mirame ahora, con saco y casi que me traigo una bufanda. ¿Te cambiaron el horario? Nunca nos cruzamos en el ascensor… Ah, estás con lo de Ballesteros. – ¿Y qué tiene que ver Ballesteros? – Je, Je – Barragán lo codea. – Escuchame, vos eras hincha de Lanús, ¿no?. – Ni era ni soy. – Puta madre, primera vez que los goleamos y no sé a quién cargarme. Me parece que Arizmendi era. – Arizmendi no es de ninguno. Es gallina por inercia, nomás. Creo que Lima es de Lanús. – Uh, al gordo lo desarmo. ¡Clin! Hace el ascensor y ni bien la luz y el barullo del cuarto piso se insinúan, aparece de sopetón la figura de Silva, que quizá lo espera y no, a la vez. – Cúneo… – le dice y hace silencio, como si fuese suficiente. – Se me hizo tarde. – y rompe a la derecha de Silva, en recia dirección hacia su escritorio, sacudiendo el maletín. – Decime que por lo menos vas a pedir un artículo doce. Cúneo arruga la cara. La entrevista. Qué boludo. Pero no va a delatarse frente a la secretaria, se reserva la cacaraña y evita toda posibilidad de que ella lo asocie a un descuido. Que ella lo asocie, en definitiva, a lo que fue: un estúpido olvido. Se 31
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correspondía juzgar. Cumplió, cla
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CÚNEO SACUDE LA MANO y también un
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- ¿Al diario? Pero este es el de h
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EL PERIÓDICO CAYÓ AL BARRO. Cúne
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MARTINA LEVANTA SU CUERPO, pero nun
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- Por las dudas. - Podríamos fabri
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en vez de, la seño mira, una A, no
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- ¿ESTÁS LISTA, HIJA? Martina min
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solo tirón. A ellas y a ellos les
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pues ya no existía cosa que pudier
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muñecas. Supo esa misma tarde que
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- Supongo que la nena tiene menos d
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Martina, sin responder, encendió l
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Hay una noche de la que Cúneo a ve
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distintos. A Cúneo empezó a produ
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LAURA VUELVE A INSISTIR. Al menos e
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EL ORDEN GENERAL DE LA HABITACIÓN
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A inferir por la posición del señ
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cuerpos abandonan las cajas palabra
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Keys, el boliche incendiado, y esa
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- Pues bien, vea usted, doctor. Uni
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palabras - Que es un pobre tipo. Di
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EL MURMULLO DE LAS OFICINAS le crec
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BAJO EL ARCO DE ENTRADA, dos pasos
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Esos dos no tenían que dar explica
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Cúneo se rió. Aquello era una pay
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- Quizá con máscaras de filtro se
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EL ATELIER DE CLAUDIO era una caja
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Pero en aquella oportunidad, habrá
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era con eso el flaco no podría pag
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lo descubra mirándola. Es castaña
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CÚNEO LAMENTA haber ido sin su mal
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en reversa, con los brazos en los b
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- Interpreté tu necesidad, Cúneo.
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Silva mantuvo su silencio. Pitó co
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- Es una moraleja pintoresca, pero
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SILVA TOMÓ SU MALETÍN y de un sal
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Silva pitó su cigarrillo mientras
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AL ABANDONAR EL EDIFICIO, Cúneo ad
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vagón de ciegos, los ojos sin vigo
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La muchacha de la bandeja corta la
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- Te lo dije, es bueno. - señaló
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que seguían provocándole. No deam
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LAS AGUAS GOLPEAN contra el murall
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- Un bufete muy prestigioso. - dijo
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- Si para mí es lo mismo o no, pas
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DENTRO DE SU COMEDOR, Cúneo se rec
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LAURA QUITÓ EL CERROJO y antes de
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‘Hombre detrás del espejo’ Úl
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