10.11.2014 Views

Pideme-Lo-Que-Quieras

Pideme-Lo-Que-Quieras

Pideme-Lo-Que-Quieras

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Pero ¿desde cuándo utilizas tú esas cosas?<br />

—Desde hace tiempo —miento.<br />

—¿Y por qué no me lo habías dicho?<br />

Asombrada por aquella pregunta, clavo mi mirada en ella.<br />

—Vamos a ver, Raquel, el que tú necesites explicarme tus intimidades en la cama<br />

con tu marido no significa que yo necesite explicarte las mías. <strong>Lo</strong>s utilizo y punto. Y ahora,<br />

si tú has visto que te excitan, te ponen o como quieras llamarlo, disfruta del momento y<br />

seguro que tu vida será más feliz.<br />

Mi hermana asiente y le da un nuevo trago a su café.<br />

—Eres mi mejor amiga y necesitaba decírtelo. Sabía que no te escandalizarías y me<br />

animarías a que siguiera jugando con Jesús.<br />

Sonrío, le tomo de la mano y ella sonríe también. En ocasiones parezco yo la<br />

hermana mayor y eso me gusta.<br />

—Esas cosas, como tú las llamas, son juguetes sexuales y no hay ningún mal en<br />

utilizarlos —cuchicheo, finalmente, entre risas—. Y sí… yo también juego con ellos y con<br />

la imaginación. Creo que el noventa por ciento del planeta lo hace, pero pocos lo dicen. El<br />

sexo, ya sabes que es tabú y, aunque todos lo hacemos, ninguno hablamos de ello. Pero el<br />

morbo es el morbo y hay que disfrutar de él.<br />

Eric regresa a mi cabeza y, con una sonrisita tonta, añado:<br />

—Recuerdo que la persona que me regaló mi primer juguete me dijo que cuando un<br />

hombre regala un aparatito de ésos a una mujer es porque quiere jugar con ella y pasarlo<br />

bien. Por lo tanto, hermanita, ¡a disfrutar, que la vida son dos días!<br />

De pronto, mi hermana suelta una carcajada y yo la imito. Aún no me puedo creer<br />

que yo esté hablando de vibradores y utilizando la palabra «jugar» con mi hermana cuando<br />

entra mi sobrina en la cocina.<br />

—¿De qué os reís?<br />

Contra todo pronóstico, Raquel me guiña un ojo y dice, mientras yo me río a<br />

carcajadas.<br />

—De lo mucho que a tu tía y a mí nos gusta jugar.<br />

Esa noche, tras una tarde de risas y confidencias con la ahora ¡alocada de mi<br />

hermana!, enciendo el ordenador nada más irse las dos y me quedo ojiplática. ¡He recibido<br />

un correo de Eric! Nerviosa, lo abro y me sorprende ver que lleva un archivo adjunto. Abro<br />

el archivo y veo una foto mía de la noche anterior, bailando como una loca con los brazos<br />

en alto. Eso me cabrea. ¿Me ha vuelto a espiar? Pero mi enfado se redobla cuando leo el<br />

texto del correo.<br />

De: Eric Zimmerman<br />

Fecha: 21 de julio de 2012 08.31<br />

Para: Judith Flores<br />

Asunto: Preciosa cuando bailas<br />

Me alegra verte feliz y más aún saber que cumples lo prometido.<br />

Atentamente,<br />

Eric Zimmerman (el gilipollas)<br />

La sangre se me espesa. Saber que me vigila, que ha leído el correo donde lo insulté<br />

y que no me respondió me enfurece hasta unos límites insospechados ¿Por qué no me<br />

llama? ¿Por qué no responde a mis correos? ¿Por qué me sigue?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!