10.11.2014 Views

Pideme-Lo-Que-Quieras

Pideme-Lo-Que-Quieras

Pideme-Lo-Que-Quieras

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Horrorizada, abro las fotos adjuntas y me quedo sin habla al ver lo que allí se<br />

muestra. Son fotos mías con Rebeca tomándonos una copa y riendo. No salen Marisa ni<br />

<strong>Lo</strong>rena. ¿Dónde están? Abro otro archivo y grito. En ella se ve cómo Rebeca me toca los<br />

pechos y estoy desnuda. En otra foto yo estoy de pie y ella agachada frente a mi monte de<br />

Venus con sus manos entre mis piernas. El aire me falta… no entiendo. ¿Cómo nos han<br />

hecho esas fotos? Y, sobre todo, ¿cómo han podido llegar esas fotos hasta Eric?<br />

Tiemblo. No sé por qué Rebeca ha tenido que enviar esas fotos y salgo en busca de<br />

Eric. <strong>Lo</strong> encuentro en el salón de la suite congestionado y dando vueltas como un loco. Con<br />

las manos temblorosas me acerco hasta él. Suelto mi móvil sobre la mesa y no sé qué decir.<br />

No sé cómo justificar esas fotos.<br />

—¿Me puedes decir qué significa eso? —grita descompuesto.<br />

—No… no lo sé. Yo…<br />

Enloquecido, me mira y grita:<br />

—Por el amor de Dios, Jud. ¿Qué narices haces con Betta?<br />

—¡¿Betta?!<br />

—No te hagas la inocente —gruñe descompuesto—. Sabes perfectamente que Betta<br />

es Rebeca.<br />

Escuchar aquel nombre me termina de paralizar. ¿Betta es Rebeca? ¿La mujer que<br />

engañó a Eric con su padre, es la misma con la que yo salgo en las fotos? Las piernas me<br />

tiemblan y me tengo que sentar. Busco una explicación para todo aquello. Estoy totalmente<br />

convencida de que me han engañado con el claro objetivo de hacer daño a nuestra relación.<br />

—Eric… escucha.<br />

Furioso se acerca a mí y sin tocarme berrea en mi cara:<br />

—¿Desde cuándo la conoces?<br />

—Eric no digas tonterías. Yo no sé quién es esa mujer. Ella y…<br />

—No te creo —grita—. ¿Cómo has podido? ¿Cómo?<br />

Nerviosa, me levanto del sillón e intento acercarme a él, pero Eric está fuera de sí y<br />

no para de moverse y gritar por la habitación. Es tan grande que intentar pararlo es como<br />

chocarse contra un tren a gran velocidad<br />

—Por favor, Eric, escúchame. Ya sé que parece otra cosa, pero te juro que yo no<br />

sabía que esa mujer era Betta, y mucho menos hice nada de lo que parece que hago en las<br />

fotos. Por Dios, tienes que creerme…<br />

Mi móvil suena. Está sobre la mesa.<br />

Eric lo mira y yo también. De pronto mi respiración se interrumpe cuando veo que<br />

en la pantalla pone «Rebeca». Eric, furioso, lo coge y tras comprobar que es ella y cruzar<br />

unas palabras más que desagradables con su ex, lo estrella contra el suelo. Cierra los ojos.<br />

Su gesto se contrae durante unos segundos. Su gesto es asolador. Temerario. Cuando abre<br />

los ojos, me mira durante unos instantes y después dice alto y claro:<br />

—El juego se ha acabado, señorita Flores. Recoja sus cosas y márchese.<br />

El estómago se me contrae. Casi no puedo respirar.<br />

—Eric… cariño, tienes que escucharme. Esto es un error yo…<br />

—Un error imperdonable y tú lo sabes tan bien como yo. ¡Vete!<br />

—Eric, ¡no!…<br />

Con un desprecio total en su rostro me mira y dice:<br />

—Primero Marisa, ahora Betta. ¿Qué más me ocultas?<br />

—Nada… si me dejas yo…

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!