10.11.2014 Views

Pideme-Lo-Que-Quieras

Pideme-Lo-Que-Quieras

Pideme-Lo-Que-Quieras

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ojo, me hace sonreír y dice mientras indica que me siente a horcajadas sobre él:<br />

—Vamos, señorita Flores. Acceda a mis caprichos. Móntese sobre mí.<br />

Excitada, hago lo que pide. En décimas de segundos da una vuelta sobre la cama y<br />

se queda sobre mí. Me besa. Me acaricia. Dice maravillosas y dulces palabras de amor y se<br />

ocupa de satisfacer todos y cada uno de mis deseos. Su boca reparte cientos de besos en mi<br />

cuello, lame mis pechos, chupa mi ombligo y, cuando llega a mi monte de Venus, lo besa y<br />

susurra:<br />

—Pídeme lo que quieras.<br />

Su voz. Su ronca voz junto a esas palabras me vuelven loca. Abro mis piernas y él<br />

sabe lo que quiero. Me chupa, restriega su barbilla por mi vagina y finalmente abre mis<br />

labios internos y busca mi clítoris. <strong>Lo</strong> rodea con su lengua, lo aviva, lo revoluciona y, con<br />

sus maravillosos labios, tira de él. Mis jadeos no tardan en llegar, mientras me dejo llevar<br />

por mil sensaciones.<br />

—Eric…<br />

Sus grandes manos recorren mi cuerpo y, mientras su boca juega entre mis piernas<br />

llenándome de oleadas de placer, sus dedos me agarran los pezones. <strong>Lo</strong>s estrujan y tiran de<br />

ellos para hincharlos. Enloquecida, subo mis piernas a sus hombros y me aprieto contra él.<br />

Me agarra los muslos y aprieta mi sexo sobre su boca. La posesión de Eric es total.<br />

Magnífica. Única.<br />

Saciado de mis jugos vaginales, vuelve a mi boca. Su sabor, que es mi sabor, es<br />

dulzón. Nos besamos y su lengua viva y caprichosa recorre mi boca. Mientras me besa noto<br />

su dura erección darme entre las piernas. La deseo y antes de que yo se la pida me la da. Se<br />

yergue contra mí y me ensarta todo su pene como a mí me gusta. Mi grito gustoso lo hace<br />

sonreír.<br />

—Mírame —le exijo.<br />

Una… dos… tres… cuatro veces bombea sobre mí y yo, encantada, me abro para él.<br />

Eric es tan grande, ocupa tanto espacio dentro de mí que me incita a jadear y gemir. De<br />

pronto, me agarra por las caderas y aparezco sentada sobre él a horcajadas. Ahora soy yo la<br />

que marco el ritmo. Soy yo la que cimbreo mimosa mis caderas sobre él, mientras me mira<br />

con los ojos llenos de amor.<br />

La cama se hunde, miro hacia atrás y Helga está detrás de mí. Eric me coge la<br />

barbilla y, sin sacar su erección de mi interior, susurra:<br />

—Túmbate sobre mí, pequeña… y relájate.<br />

<strong>Lo</strong> hago y siento que Helga me restriega algo húmedo y caliente sobre el ano.<br />

Lubricante. Eric me abre las cachas del culo para que ella lo haga mejor y, al ver mi cara de<br />

susto, mueve sus caderas, me penetra y murmura.<br />

—Toda mía… hoy vas a ser toda mía.<br />

Noto que Helga pone el consolador en el agujero de mi ano y hace rotaciones con<br />

él. Una y otra vez… una y otra vez hasta que me doy cuenta de que éste ha comenzado a<br />

entrar en mí. Eric me besa. Me mordisquea los labios, la barbilla, mientras un «¡Ah!» se me<br />

escapa al sentir cómo Helga me penetra.<br />

La intrusión que siento en mi trasero me hace moverme y eso aviva a Eric, que<br />

continúa en mi interior. Su enorme pene bombea despacio y con cuidado mientras Helga,<br />

centímetro a centímetro, se mete dentro de mí. De pronto, un movimiento brusco de Helga<br />

me hace gritar. Dolor… siento dolor… pero el dolor desaparece ante los movimientos de<br />

Eric y lo oigo decir:<br />

—Ya esta… ya pasó, cariño… así… entrégate… relájate y te dilatarás para

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!