Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—Ven. Entremos en el jacuzzi.<br />
<strong>Lo</strong> sigo hasta allí.<br />
—Qué calentita —murmuro al entrar en él.<br />
—Demasiado caliente. —Eric aprieta unos botones y, segundos después, el agua se<br />
enfría.<br />
Permanecemos callados mientras las burbujas explotan a nuestro alrededor, hasta<br />
que él me atrae de nuevo hacia sí y me sienta de nuevo a horcajadas sobre él.<br />
—¿Ves cómo me tienes? —dice mientras aprieta mi vagina contra su pene.<br />
—Sí. —Sonrío y, sin poder evitarlo, pregunto—: ¿Qué te hubiera gustado que<br />
hubiera pasado en la piscina?<br />
Echa la cabeza hacia atrás.<br />
—Ah… cariño. Me hubiera gustado que hubieran pasado muchas cosas.<br />
—Cómo por ejemplo… —insisto.<br />
Eric levanta el mentón y me mira.<br />
—Aún recuerdo cómo te estremecías aquella tarde en mi hotel cuando Frida se<br />
metió entre tus piernas y te hizo todo lo que le pedí.<br />
—¿Era Frida?<br />
—Sí. —Darme cuenta de eso me deja asombrada—. Mmmmm… me gusta la<br />
delicadeza que mostráis las mujeres. Me excita miraros. ¡Sois exquisitas!<br />
—¿Y los hombres?<br />
Noto su mirada alerta y añade:<br />
—Cielo, ya te he dicho que los hombres no me van.<br />
Eso me hace gracia.<br />
—Me refería a que si en tus fantasías sólo incluyes a mujeres.<br />
—No, mis fantasías son más amplias. Adoro ver a dos mujeres poseyéndose,<br />
aunque luego me gusta compartirlas con otros hombres.<br />
—¿Y te ves compartiéndome a mí con otro hombre?<br />
—Si tú quieres, sí —responde con una sonrisa.<br />
Sólo decirlo me excita. Me excita mucho más que imaginarme con otra mujer. Eric<br />
clava su mirada en mí.<br />
—Tu placer es mi placer y, si tú me lo pides, te compartiré. Pero, llegado el<br />
momento, seré yo quien mande en ese juego. Eres mía y quiero que quede claro.<br />
Ardo. Me caliento. Voy a explotar. Me aviva ese comentario de posesión y<br />
murmuro inquieta:<br />
—Has dicho que tú y Andrés habéis jugado con Frida.<br />
—Sí. —Y acercando su boca a mi oído me pregunta—: ¿Quieres que te comparta<br />
con otro hombre?<br />
Imaginarlo me excita, me inquieta, me estimula.<br />
—Eric…<br />
—Ah… morenita, creo que te voy a tener que atar en corto. Eres más curiosa de lo<br />
que yo imaginaba, pero me gusta tu curiosidad, me vuelve loco.<br />
Eso me hace reír. Le ofrezco mi boca, que él toma con avidez.<br />
—Si vamos mañana a esa fiesta, ¿qué ocurrirá?<br />
—<strong>Lo</strong> que tú quieras.<br />
—Pero… pero allí…<br />
—Allí la gente va a lo que va, pequeña. Todos buscan lo mismo: sexo. Si tú quieres,<br />
lo tendrás. Puedes mirar o puedes participar, todo depende de ti.