10.11.2014 Views

Pideme-Lo-Que-Quieras

Pideme-Lo-Que-Quieras

Pideme-Lo-Que-Quieras

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—No estarás queriendo decir lo que estoy entendiendo, ¿verdad?<br />

—Sí, Jud.<br />

—Pero tú eres idiota, por no decir ¡gilipollas!<br />

Eric sonríe.<br />

—Eres una preciosa mujer joven y sana con toda la vida por delante y yo…<br />

—Y tú ¿qué? —Pero no lo dejo contestar y comienzo a gritar como una posesa—:<br />

Y tú eres el hombre con responsabilidades, sobrino y enfermedad al que yo amo. Y si antes<br />

tu cara de mala leche y tus malos modos no me daban miedo, ahora menos, ¿y sabes por<br />

qué? —Eric niega con la cabeza—. Porque no te voy a dejar por mucho que me lo pidas. Y<br />

no te voy a dejar porque te quiero… te quiero… te quiero ¡métete eso en tu jodida y<br />

cuadriculada cabeza alemana! El futuro me da igual. Sólo me importas tú… tú… tú,<br />

¡maldito cabezón! Y sí, es precipitado dejarlo todo e irme a vivir contigo a Alemania, pero,<br />

como te quiero, lo pensaré.<br />

—Jud…<br />

—Tú estás aquí, cariño. Tú eres mi presente. ¿Dónde voy a ir yo sin ti? Pero ¿te has<br />

vuelto loco? Cómo se te ocurre ni siquiera pensar que yo te voy a dejar por tu enfermedad.<br />

Eric, emocionado, niega con la cabeza y, por primera vez, lo veo llorar. Verlo llorar<br />

me parte el corazón. Se tapa los ojos con sus manos y llora como un niño.<br />

—Jud, cuando mi enfermedad prosiga, mi calidad de vida será muy limitada.<br />

Llegará un momento en que seré un estorbo para ti y…<br />

—¿Y?<br />

—¿No lo entiendes?<br />

—No. No lo entiendo —respondo sin aire en los pulmones—. Y no lo entiendo<br />

porque tú seguirás a mi lado. Me podrás tocar, besar, me harás el amor y yo te lo haré a ti.<br />

¿Qué es lo que te hace dudar de mí?<br />

Eric murmura emocionado:<br />

—Eres lo mejor que me ha pasado nunca. <strong>Lo</strong> mejor.<br />

Deseosa de llorar como una magdalena, le quito las manos de los ojos y le seco las<br />

lágrimas.<br />

—Pues si soy lo mejor que has tenido nunca, no vuelvas a mencionar ni de broma<br />

que te deje, ¿vale? Ahora dime que me quieres y dame un beso de esos que tanto me<br />

gustan.<br />

Las lágrimas brotan de nuevo por mis ojos, pero sonrío. Él sonríe, me abraza y me<br />

besa.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!