Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—¿Solas?<br />
Por un instante tengo la intención de mentir y explicarle que he cenado con el<br />
equipo de rugby de la ciudad, pero no tengo ganas de malas interpretaciones.<br />
—Pues sí. Solas. Cuando Miriam y yo nos juntamos, nos gusta hablar, hablar y<br />
hablar.<br />
Mi contestación parece contentarlo y veo que el rictus de su boca se suaviza. Me<br />
mira. <strong>Lo</strong> siento moverse en el asiento y acercarse a mí, como si quisiera besarme.<br />
—Dame tus bragas —me dice.<br />
—Pero bueno, ¿por qué te tengo que dar mis bragas? —protesto.<br />
Eric sonríe y me besa. ¡Por fin una tregua! Después de besarme se separa de mí.<br />
—Porque la última vez que estuve contigo no las llevabas y no te he dado permiso<br />
para que te las pongas.<br />
—Vaya. Entonces, ¿me estás diciendo que debería haber salido por Barcelona sin<br />
bragas? —Veo que mi broma no le hace gracia, y murmuro, quitándomelas con rapidez—:<br />
Toma las puñeteras bragas.<br />
Las coge con sus manos y se las mete en el bolsillo del pantalón de lino que lleva.<br />
Está guapísimo con ese pantalón ancho y la camiseta azulona. Me mira mis piernas. Las<br />
toca y su mirada sube hacia mis pechos.<br />
—Veo que no llevas sujetador.<br />
—No. Con este vestido no me hace falta.<br />
Asiente. Me toca los pechos por encima del vestido.<br />
—Siéntate frente a mí.<br />
Sin rechistar me cambio de asiento y quedo frente a él. Alarga la mano y toca mis<br />
piernas.<br />
—Me encanta tu suavidad.<br />
Mi corto vestido me llega hasta los muslos y él lo sube unos centímetros más.<br />
Luego me hace abrir las rodillas.<br />
—Excelente y tentador.<br />
Noto que comienzo a respirar más fuerte. Voy a cerrar las piernas pero él no me<br />
deja.<br />
—Mantenlas abiertas para mí.<br />
Siento que se avecina sexo y me desconcierta no saber cuándo, ni cómo. Pero toda<br />
yo comienzo a excitarme. <strong>Lo</strong> deseo.<br />
El coche se detiene. Eric me baja el vestido y, dos segundos después, la puerta se<br />
abre. Estamos ante un local de copas cuyo letrero reza «Chaining».<br />
Eric me da la mano para bajar de la limusina y el aire se enreda entre mis piernas.<br />
Me estremezco. Mi vestido es muy corto y sin bragas me siento casi desnuda. Eric me pone<br />
una mano en la espalda y el portero del local abre la puerta. Eric le dice algo y éste nos deja<br />
pasar.<br />
Una vez en el interior, la música y el murmullo de la gente nos envuelve. Noto la<br />
mano de Eric sobre mi trasero y eso vuelve a excitarme. Me guía hasta la barra y allí<br />
pedimos algo de beber. El camarero le pone a él un whisky solo y a mí un ron con Coca-<br />
Cola. Le doy un enorme trago. Estoy sedienta. Miro a mi alrededor, movida por la<br />
curiosidad, y veo cómo la gente habla y ríe animada, cuando siento que se acerca a mi oído.<br />
—Tu mal comportamiento de esta noche conlleva un castigo.<br />
<strong>Lo</strong> miro, sorprendida.<br />
—Señor Zimmerman, me gustas mucho pero como se te ocurra tocarme un pelo de