10.11.2014 Views

Pideme-Lo-Que-Quieras

Pideme-Lo-Que-Quieras

Pideme-Lo-Que-Quieras

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

9<br />

¿Qué me pongo?<br />

Al final, me calzo unos vaqueros y una camiseta negra de los Guns’n’Roses que me<br />

regaló mi amiga Ana. Me sujeto el pelo en una coleta alta y a la una suena el telefonillo.<br />

¡Qué puntual! Convencida de que es él, no contesto. <strong>Que</strong> vuelva a llamar. Diez segundos<br />

después lo hace. Sonrío. Descuelgo el telefonillo y pregunto distraída:<br />

—¿Sí?<br />

—Baja. Te espero.<br />

¡Olé! Ni buenos días, ni nada.<br />

¡Don Mandón ha regresado!<br />

Tras besar a Curro en la cabeza, salgo de mi casa deseosa de que mi aspecto con<br />

vaqueros no le guste nada de nada y decida no salir conmigo. Pero me quedo a cuadros<br />

cuando llego a la calle y lo veo vestido con unos vaqueros y una camiseta negra junto a un<br />

impresionante Ferrari rojo que me deja patidifusa. ¡Si lo pilla mi padre!<br />

La sonrisa vuelve a mi boca. ¡Me encanta!<br />

—¿Es tuyo? —pregunto, acercándome hasta él.<br />

Se encoge de hombros y no contesta.<br />

Asumo que es alquilado y me enamoro a primera vista de aquella impresionante<br />

máquina. <strong>Lo</strong> acaricio con mimo mientras siento que él me mira.<br />

—¿Me dejas conducirlo? —le pregunto.<br />

—No.<br />

—Venga, vaaaaaaaaaaaa —insisto—. No seas aguafiestas y déjame. Mi padre tiene<br />

un taller y te aseguro que sé hacerlo.<br />

Eric me mira. Yo lo miro también.<br />

Él resopla y yo sonrío. Finalmente niega con la cabeza.<br />

—Enséñame Madrid y, si te portas bien, quizá luego te permita conducirlo. —Eso<br />

me emociona y prosigue—: Yo conduciré y tú me dirás dónde ir. Así que, ¿dónde vamos?<br />

Me quedo pensando un rato, pero en seguida le contesto:<br />

—¿Qué te parece si vamos a lo más guiri de Madrid? Plaza Mayor, Puerta del Sol,<br />

Palacio Real, ¿lo conoces?<br />

No responde, así que le doy unas indicaciones y nos sumergimos en el tráfico.<br />

Mientras él conduce, disfruto del hecho de ir en un Ferrari. ¡Qué pasada! Subo la música de<br />

la radio. Me encanta esa canción de Juanes. Él la baja. Vuelvo a subirla. Él vuelve a bajarla.<br />

—Vamos a ver, ¡que no escucho la canción! —protesto.<br />

—¿Estás sorda?<br />

—No… no estoy sorda, pero un poquito de vidilla a la música dentro de un coche<br />

no viene mal.<br />

—¿Y también tienes que cantar?<br />

Esa pregunta me pilla tan de sorpresa que respondo:<br />

—¿Qué pasa? ¿que tú no cantas nunca?<br />

—No.<br />

—¿Por qué?<br />

Tuerce el gesto mientras lo piensa… lo piensa… y lo piensa.<br />

—Sinceramente, no lo sé —contesta, finalmente.<br />

Sorprendida por aquello, lo miro y añado:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!