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Maternidad y Sexo Estudio Psicoanalitico y - Comunitarios.cl

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Silvia había estado en tratamiento hormonal durante<br />

años. Por su evidente trastorno glandular, su crónica falta de<br />

apetito y su debilidad, se había diagnosticado -por suerte<br />

erróneamente- una casquexia de Simmonds.<br />

Cuando empezó su tratamiento analítico su analista le<br />

pidió que se hiciera revisar una vez más. El resultado fue el<br />

siguiente: presión 90-70, pulso 64, matriz pequeña y atrófica.<br />

La biopsia del endometrio dio células pequeñas y atróficas. El<br />

ginecólogo desanconsejaba cualquier tratamiento futuro de su<br />

esterilidad porque no veía ninguna probabilidad de éxito.<br />

Sin embargo, Silvia empezó a cambiar físicamente desde<br />

el principio de su análisis. Engordó, sus senos se desarrollaron.<br />

Quedó embarazada en el octavo mes de su tratamiento<br />

psicoanalítico, sin haber menstruado antes.<br />

A continuación, Edith Jacobson relata los datos de la vida<br />

de su enferma que nos hacen comprender los determinantes<br />

de su esterilidad y trastorno glandular. Silvia era la cuarta<br />

hija de ocho hermanos. Pertenecía a una familia sumamente<br />

pobre de inmigrantes judíos. Su madre era de carácter rígido<br />

y exigente, su padre más comprensivo, pero un hombre vencido<br />

por las dificultades de la vida. Además, su trabajo lo<br />

apartaba mucho de su familia. Silvia fue alimentada en forma<br />

insuficiente por su madre porque ésta no tenía bastante leche.<br />

Además, debió destetarla pronto por hallarse otra vez<br />

embarazada. Silvia tenía quince meses cuando nació Mary,<br />

su cuarta hermana. Parece que reaccionó a la llegada de su<br />

hermana con muchos celos y envidia oral. Su madre solía<br />

contar más tarde, como anécdota graciosa, que de noche dejaba<br />

siempre la mamadera preparada para Mary al lado de su<br />

cama. Silvia, cada noche, se iba gateando hasta allí y tomaba<br />

la mamadera, sin saber que su mamá la llenaba después de<br />

nuevo para su hermanita. Además, ella se negó a renunciar a<br />

su propia mamadera hasta los cinco años. La situación de<br />

miseria en que vivía la familia incitaba a cada hermano a pe-<br />

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learse continuamente con los demás para conseguir alimento<br />

suficiente y evidentemente no era propicia para que Silvia lograra<br />

superar las frustraciones orales de su primera infancia.<br />

Efectivamente, hasta el día de su casamiento, Silvia necesitaba<br />

succionar su dedo para dormirse, como una criatura.<br />

Hasta los cinco años padeció de enuresis y de crisis de pavor<br />

nocturno, durante las cuales ensuciaba los muebles con excrementos.<br />

Evidentemente, su rivalidad con Mary la llevaba al deseo<br />

de prolongar más allá de su edad su condición de bebé.<br />

Mary era la más fea y débil de las cinco hermanas. Sufría<br />

de estrabismo, y Silvia se sentía culpable por eso, porque<br />

temía inconscientemente haberlo ocasionado por haber robado<br />

el alimento (la mamadera) a su hermana. Cuando Silvia<br />

tenía cinco años y medio nació un hermano, el primer hijo varón<br />

de la familia, que coincidió con la época en que ingresó a<br />

un jardín de infantes.<br />

Conoció ahí niños limpios, bien vestidos y bien alimentados.<br />

En su casa vio a su madre alimentar a su hermanito.<br />

Imaginó que a una criatura le crece el pene y resulta ser varón<br />

si la madre lo alimenta bien. Su envidia del pecho y de la<br />

mamadera se convirtió en envidia del pene. Pero no se permitía<br />

estos malos pensamientos.<br />

Para negarlos cuidó muy bien a su hermanito. Vivió su<br />

circuncisión con sentimientos de culpa, como si le hubieran<br />

cortado un pedacito del pene para satisfacer su hostilidad y<br />

envidia. Más tarde expresaba su envidia del pene a través de<br />

fantasías ambiciosas. Se imaginaba que alcanzaría grandes<br />

éxitos que le atraerían la profunda admiración de una mujer<br />

buena y noble, que la había adoptado. Es decir, que Silvia<br />

creía que su madre podría quererla si ella fuera varón.<br />

Por eso necesitaba un pene o éxitos, que según ella<br />

eran únicamente asequibles al hombre. Amargada por el<br />

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