Maternidad y Sexo Estudio Psicoanalitico y - Comunitarios.cl
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echaza su propia femineidad, adoptará inconscientemente<br />
frente a su hija pequeña una actitud hostil, debido a la cual<br />
ésta no podrá más tarde convertirse en mujer, sin sentirse<br />
culpable e inferiorizada. Vivirá entonces, efectivamente, la<br />
menstruación como evidencia definitiva de su castración. Este<br />
proceso la podrá llevar a una regresión, que le haga sentir<br />
vergüenza frente a la hemorragia menstrual, equiparando la<br />
falta de control de la pérdida de sangre con el descontrol vergonzoso<br />
infantil de los excrementos y la orina (Bertram Lewin,<br />
véase Ind. Bibl.).<br />
Esta regresión al plano anal o uretral ocurre donde hubo<br />
trastornos de este tipo durante la infancia. Una vez más, un<br />
desarrollo neurótico impide posteriormente a la niña la aceptación<br />
de su femineidad. Además, su sintomatología anal o<br />
uretral primitiva ya era un indicio de situaciones de conflicto<br />
provocadas en ella por la actitud de sus padres o sustitutos<br />
de éstos. Cuando más tarde la femineidad se le presenta inequívocamente<br />
a la niña en un plano biológico, oscila entre<br />
una huida hacia la masculinidad -hacia el deseo de tener un<br />
pene- o un retorno a la infancia -menstruación vivida como<br />
incontinencia anal y uretral.<br />
Para ilustrar las diferentes causas por las cuales la niña<br />
rechaza su menstruación, es decir, su femineidad, expondré<br />
fragmentos del análisis de una adolescente, agradeciendo a<br />
Matilde Wencelblat de Rascovsky, que la trató, y gentilmente<br />
puso el material a mi disposición.<br />
Se trata de una niña, la mayor de dos hermanas. Fue<br />
llevada al análisis por presentar serias dificultades tanto en su<br />
casa como en el colegio.<br />
Quería a su padre. Pero, con excepción de él, estaba<br />
desconectada de su medio ambiente y vivía continuamente<br />
en un mundo de fantasías. Su madre, su hermana y sus<br />
compañeras la consideraban como loca y excéntrica y ella<br />
misma se sentía como un "fenómeno", término empleado en<br />
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su presencia por un médico cuando su madre la llevo a la<br />
consulta, sorprendida por una menstruación aparecida a los<br />
diez años.<br />
Generalmente se interpreta que la niña reacciona con<br />
angustia a su menstruación porque ve en ella un castigo y<br />
una consecuencia de la masturbación.<br />
Algunas niñas se asustan también al confundir la menstruación<br />
con alguna enfermedad venérea. Veremos en los<br />
fragmentos del análisis de Teresita que ella asocia menstruación,<br />
masturbación y sífilis.<br />
Pero su problema central, causa del rechazo de su femineidad,<br />
era su imposibilidad de identificarse con su madre. Lo<br />
que impide esta identificación es siempre odio, que engendra<br />
temor y sentimiento de culpa. Teresita odiaba a su madre.<br />
Veremos, por eso, primeramente el material analítico correspondiente<br />
a ese odio.<br />
Cuando Teresita tenía cuatro años, es decir, estaba en<br />
plena situación edípica, amando a su padre y temiendo los<br />
celos y la venganza de su madre, ésta quedó encinta. La niña<br />
hizo consciente su reacción al nacimiento de su hermana en<br />
el análisis.<br />
Dice en su sesión analítica: "Ya sé: creo que mamá me<br />
abandonó por mi hermana, y no son ideas tontas porque<br />
puedo ver muy bien que ella es más querida que yo, y el mal<br />
que me han hecho lo puedo ver en mis celos de otras chicas<br />
y en que no puedo tener amigas. A Fulana (una profesora de<br />
su colegio), a quien tanto he adorado, hubiera deseado matarla<br />
porque prefería a otra chica. Bueno, todo eso es de ahora.<br />
Pero ya sé, cuando yo era chica nada hubiera ocurrido en<br />
realidad, y mamá no hubiera deseado tener otra hija si no se<br />
hubiera puesto celosa de la preferencia que tenía papá por<br />
mí. Entonces quiso tener una hija igual a ella y a mí me<br />
abandonó... El año 35, no me olvido, me encarcelé; nació mi<br />
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